Chareyre gana la prueba del Campeonato del Mundo y de Europa de supermotard en Albaida
El piloto francés dominó los entrenamientos y las carreras, mientras que el actual campeón del mundo, el alemán Marc Reiner Schmidt quedó segundo y el catalán Julen Ávila fue tercero
Pilotos durante una carrera del Campeonato del Mundo en Albaida. / Levante-EMV
Jesús Sansaloni
El piloto francés Thomas Chareyre fue el gran vencedor del Gran Premio de España de supermotard, primera prueba puntuable para el Campeonato del Mundo y de Europa que tuvo lugar el pasado fin de semana en el circuito de Albaida. Chareyre dominó todas las sesiones, tanto de entrenamientos como en la primera y segunda carrera, en las que el actual campeón del mundo, el alemán Marc Reiner Schmidt solo pudo ser segundo, tras una dura batalla con el catalán Julen Ávila, que estuvo en todo momento batallando para subir al segundo peldaño del podio. Finalmente Ávila fue tercero.
Julen Ávila, a la derecha, con el trofeo en el Campeonato del Mundo en Albaida. / Levante-EMV
El joven corredor español de 17 años fue la gran sensación del mundial, terminando tercero aun siendo de edad juvenil, acabando la carrera por delante de muchos especialistas y veteranos como Tom Bessieres, Steve Bonnal o Ferran Cardús, entre otros. Ávila se llevó de esta primera carrera el liderato en la categoría juvenil y primer rookie del año en este Campeonato del Mundo.
Ángel Soler, de 17 años y natural de l'Olleria, fue el único piloto comarcal participante en este mundial, donde pudo terminar en el puesto 22, a dos vueltas de Chareyre. Una oportunidad que supo aprovechar y codearse por primera vez con los mejores pilotos del mundo en esta especialidad. El de la Vall d'Albaida tiene previsto realizar todo el Campeonato de España en su primera participación.
Ángel Soler, piloto de l'Olleria, en el circuito de Albaida. / Levante-EMV
En la categoría de 85 cc, el italiano Andrea Benvenuti es el primer líder del campeonato tras esta primera carrera en Albaida. La jornada fue muy amena con mucho público que vibró ante los derrapes de los pilotos, que se esforzaron por dar visibilidad a este deporte en una zona donde antaño había muchos aficionados al supermotard.
