Esculturas y dibujos de Ramón Soto recrean el universo zen en Nueva York

La exposición itinerante, que podrá visitarse hasta el 1 de mayo, está comisariada por la directora del museo, Consuelo Císcar y es fruto del convenio de colaboración entre la Fundación Gabarrón y el IVAM.

Según fuentes del instituto, De Soto utiliza en gran medida la técnica de la escultura en acero que se ha consolidado con los artistas que han interrelacionados ciencia y arte de una manera pasional y decidida.

"Lo que yo realizo en último extremo es mi propia existencia, por lo tanto estoy buscando un sentido a mi propia existencia a través de lo que yo estoy construyendo", ha afirmado el escultor valenciano al referirse a esta exposición.

Apasionado por la mitología griega, el budismo,y cualquier sistema de creencias que pretenda llenar el sentido de la realidad social, De soto muestra especial interés en la filosofía Zen, algo que puede observarse en la exposición a través de sus "mandalas", círculos budistas que representan las fuerzas del universo.

Fuentes del IVAM han afirmado que con el paso del tiempo, el artista creó una doble naturaleza aproximándose a un nuevo tipo de verdad, dónde sus ideas y experiencias no desean solo representar la realidad, sino también intervenir en ella y darle forma.

Además, Ramón de Soto mantiene una concepción antropológica de la obra de arte como instrumento capaz de ser utilizado para satisfacer necesidades y así, las funciones del arte que más le interesan son aquellas que lo conciben como un medio para dar forma al conocimiento de la realidad.

El escultor Ramón de Soto y Arándiga, que nació en Valencia en 1942 y que actualmente ostenta el cargo vicepresidente del Consejo Valenciano de Cultura de la Generalitat, inició su formación artística en la escuela de Artes y Oficios de la ciudad, trabajó posteriormente en el taller del escultor Francisco Hernándis y acabó de formarse en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y en la de San Fernando de Madrid.