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Unos 300 objetos, entre fotografías, vídeos, carátulas de discos, fotografías y documentos, entre ellos algunos de la censura franquista, ilustran a partir de ayer dos décadas de la Nova Cançó, el movimiento surgido a finales de los cincuenta.

Al ritmo de la emblemática Al vent, de Raimon, el recorrido que ofrece hasta el 31 de octubre el Museu d'Història de Catalunya arranca con una vitrina dedicada al cantante de Xàtiva, uno de los intérpretes emblemáticos del movimiento que, como decía Joan Fuster, "cuando aún no tenía 25 años ya era un clásico".

En El crit de Raimon, apartado dedicado al cantante, se señala que "la inquietud existencialista, la lucha política y el canto amoroso nutren la obra de Raimon, la más sólida y coherente de la Nova Cançó". Más adelante se explica que la censura prohibió, a partir de 1971, que Raimon publicara sus discos en España, donde volvió a editar en 1974, un compás de espera durante el que proyecta la Nova Cançó en el extranjero.

La exposición se presenta como La Nova Cançó. La veu d'un poble, que toma el nombre de una escultura de Andreu Alfaro, con un lugar preferente en el recorrido.

La muestra dedica especial atención a los pioneros del movimiento Els setze jutges, cuyos primeros miembros fueron Pi de la Serra, Enric Barbat, Guillermina Motta y Joan Manuel Serrat, entre otros, y a los que se unieron más tarde Lluis Llach, Maria del Mar Bonet y Rafael Subirats.

Fotos inéditas de Serrat o una de Ovidi Montllor entre un policía y un barrendero, los dos con gorra, son reclamos de la exposición.