Guillermo Toledo, miembro del grupo Animalario, actor de películas como Crimen ferpecto y El otro lado de la cama, y activista saharaui, defensa que le valió hace unas semanas ser víctima de agresiones por parte de policías marroquíes cuando custodiaba la llegada de un grupo de prosaharauis al aeropuerto de El Aaiún después de pronunciar una conferencia sobre derechos humanos en Argel, abogó recientemente por "recuperar la democracia" en España, pidió una reforma de la ley electoral y criticó las ideas políticas del nuevo Nobel de literatura Mario Vargas Llosa.

"Siento desprecio por quienes sabiendo cómo funciona el mundo se sitúan, por propios intereses, al lado de los criminales", comentó en referencia a Vargas Llosa, "uno de los mejores escritores a los que he tenido acceso" y, al mismo tiempo, "un derechista muy peligroso".

El reputado actor subrayó su compromiso con todas aquellas causas que estén destinadas a "hacer de este mundo un lugar mejor y más justo", una actitud que asegura no le pasa factura en su profesión: "Afortunadamente, el mundo del cine y del teatro es más liberal y funciona de modo más independiente." Toledo alertó de que el capitalismo "a ultranza" está derivando "hacia el fascismo" y pidió a los ciudadanos, ya sean "obreros, abogados o conductores de autobús", que se sumen a su "lucha". "Me entristece que el pueblo no se levante y oponga una resistencia pacífica" ante las injusticias que sufre y ve padecer, como la del pueblo saharaui. "Yo no veo diferencias entre el PSOE y el PP, sus políticas son idénticas, excepto en casos pequeños, como la ley de matrimonios homosexuales."