Los comensales es una pequeña rareza. Una película sin diálogos escritos, rodada en unas pocas horas con tres cámaras y con la intención (tan Nouvelle Vague) de captar un trozo de vida. En este caso, una comida al aire libre entre gentes del teatro: una autora y un director, que convocan a unos pocos actores conocidos para hablar de un proyecto. Aquí casi nada es mentira „si una afirmación así se puede mantener hablando de cine„ y Juan Diego Botto hace de Juan Diego Botto y lo mismo Sergio Peris-Mencheta, Silvia Abascal, Denise Despeyroux y Quique Fernández, los comensales que hablan de teatro y de sus vidas, anhelos y miedos.
«Los invité a desnudar su corazón y su espíritu, como no han hecho en entrevista alguna», explica a Levante-EMV el creador y director del proyecto, el actor valenciano Sergio Villanueva. Su objetivo: «tender puentes» a los espectadores de teatro y cine.
Ahí está el origen del largometraje: mostrarse, «con humildad», para intentar romper la barrera levantada a fuerza de prejuicios ideológicos entre «contadores de historias» y espectadores.
Los comensales se estrena hoy en el Festival de Málaga, dentro de la sección competitiva Zonazine, dedicada a las nuevas expresiones.
A punto de coger el tren para viajar a Madrid y, de allí, a la ciudad andaluza, Villanueva se mostraba ayer feliz por la plataforma que el festival representa para que la película pueda llegar a las salas comerciales. Pase lo que pase, el director confía en poder presentar el filme en Valencia, en el marco de Cinema Jove.
En Los comensales, dice, hay tan poco artificio que alejó las cámaras de la mesa y recurrió al teleobjetivo para intentar facilitar el ambiente de camaradería entre los intérpretes.
No hay diálogos escritos, la conversación es improvisada, pero sí hay un guión, en forma de asuntos y motivos que van apareciendo sobre la mesa mientras el menú avanza.
Frente al artificio, tan común en el cine de hoy, «el atractivo es la verdad», sentencia Sergio Villanueva. Tampoco se trata de inventar la gaseosa. El actor, que debuta en un largometraje, se ubica en un cierto cine europeo, predominantemente francés. Durante la charla, cita Mi cena con André, de Louis Malle, y también John Cassavetes.
Como muchos proyectos de estos años de restricciones y crisis, Los comensales «es posible porque todos los que participamos hemos capitalizado nuestro trabajo», señala el director. El filme ha salido adelante sin ayudas institucionales, puro proyecto de economía colaborativa entre viejos amigos de la profesión. Juntarse, comer y «charlar como siempre, con la libertad de siempre», en palabras de Peris-Mencheta. «Nada panfletario», añade Villanueva.
Jornada valenciana con «Ovidi»
La presencia valenciana en el certamen se completa hoy con la proyección dentro del apartado de pases especiales del documental L´Ovidi. El making of de la pel·lícula que mai no es va fer. El director, Vicent Tamarit, acompañará la presentación de este largo y costoso proyecto, que iba a ser un largo de ficción cercenado por las trabas institucionales.
