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Entrevista

Paula Bonet: "La soledad permite abrirte las tripas"

Asegura que nunca se sintió «cómoda» en el perfil de ilustradora

Paula Bonet: "La soledad permite abrirte las tripas"

Se dice que con este libro ha pasado de ser ilustradora a pintora...

Siempre he sido pintora, sólo que la ilustración apareció en mi carrera de manera brusca, y me arrastró. Me vi en una especie de tsunami que me arrastraba sin que a veces yo lo deseara. Lo cierto es que no me encontraba del todo cómoda en ese perfil, aunque no reniego en absoluto de mis trabajos en ilustración. Yo me formé en pintura, es mi origen, y donde quería estar. En la pintura me siento libre.

¿Se sintió etiquetada?

Sí, y precisamente en La sed critico eso, el hecho de que todos tenemos la manía de encasillarnos, clasificarnos, y al final mutilarnos. Yo no quiero renunciar a otros trabajos preciosistas por el simple hecho de haber hecho ahora algo más oscuro.

¿Cómo ha sido descubrir a artistas como Virginia Woolf o Patty Smith?

Todas han aparecido en un momento en el que yo tenía muchas preguntas, como persona, mujer y artista. Ellas se salvaron a través de su arte, y me angustió bastante saber que muchas de ellas acabaron suicidándose por ser unas incomprendidas. Ellas me han permitido despertar del adormecimiento colectivo donde parece que estamos todos inmersos. Hace cinco años, cuando me preguntaban sobre género, yo decía que habíamos conseguido muchas libertades, pero ahora sé que no es así.

¿Hasta que punto «La sed» es una obra autobiográfica?

Toda ella nace de mis vivencias. La mayoría de los autores trabajan siempre desde la autobiografía, aunque ellos no lo quieran así. Con este trabajo he aprendido que es muy importante el error y la soledad en nuestras vidas.

Aunque al parecer estamos más «acompañados» que nunca...

Es cierto. Evitamos la soledad a toda costa y hay gente que la sufre muchísimo, y es un error. La soledad te permite conocerte a ti mismo y abrirte las tripas. Si no estás solo no sabes quien eres. También creo que estamos más dormidos y aturdidos que nunca, a causa del exceso de información. La sed trata de reivindicar la lentitud, y a la soledad lúcida.

Los cuervos cuentan con un gran protagonismo en la obra...

La sed está llena de presencias, y los cuervos de alguna manera intentan simbolizar los juicios, los murmuros y la angustias por sentirse observado y juzgado. También hago alusiones mitológicas, como la leyenda de Prometeo.

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