En la mitología griega existe la leyenda de un gigante llamado Argos. Fiel sirviente de Hera, sus cien ojos vigilan ininterrumpidamente el patrimonio de los dioses helenos. Su labor fue tan significativa, que la diosa hizo que estos ojos habitaran para siempre en la cola del pavo real. La Real Academia de Bellas Artes San Carlos de València encuentra en el mito de Argos gran parte del sentido de su quehacer respecto a la sociedad valenciana. Esta entidad infatigable cumple el próximo miércoles 250 años como guardián del arte en la Comunitat Valenciana. Es la más longeva que existe en tierras valencianas y no piensa cejar en su empeño de preservar el patrimonio artístico valenciano a través del tiempo.
La institución fue fundada por el rey Carlos III el 14 de febrero de 1768 para impartir clases de pintura, escultura y arquitectura. En 1946 se trasladó al Palacio San Pío V, de donde pretende mudarse entre finales de marzo y principios de abril para ocupar las instalaciones del edificio claustral, restaurado en el plan de rehabilitación del Museo de Bellas Artes.
Actualmente es un órgano consultivo que intenta hacerse un hueco en la agenda pública y sus miembros no paran de crecer. De hecho, la Junta de la entidad debatirá el próximo martes la incorporación del profesor de Bellas Artes de la Universitat Politècnica de València (UPV) y experto de gótico valenciano Joan Aliaga.
Lejos de considerarse una superviviente, la Academia reivindica que es «necesaria» y «útil» en unos tiempos donde lo efímero está a la orden del día.
De hecho, numerosos coleccionistas deciden ceder a la institución su patrimonio artístico cada año. Algunas de las últimas obras cedidas a la institución son de la autoría de Octavio Vicent, Joan Genovés, Javier Chapa o Javier Calvo. Los fondos están conformados por más de 15.400 obras (905 obras pictóricas, 112 esculturas, 944 dibujos, 8.787 grabados y 1.587 planes de arquitectura, medallas, fotografías, piezas arqueológicas, mobiliario, bajorrelieves y retablos) y muchas de ellas permanecen fuera de la vista de los ciudadanos, a la espera de ser colgadas de nuevo sobre los muros de un museo. Su momento llegará el próximo mes de diciembre, cuando se celebrará la Bienal de la Real Academia en La Nau de la Universitat de València (UV) para celebrar el 250 aniversario de la institución. Según ha informado la entidad a Levante-EMV, en la Bienal se instalará una zona dedicada al arte del siglo XVIII, época de la fundación de la Academia, y otro apartado en el que se exhibirán obras de los académicos de la institución, como Rafael Armengol, Joaquín Michavila, Carmen Calvo, Aurora Valero o Joan Genovés. De esta manera, será visible el salto temporal desde el origen de la institución al presente. La Real Academia rehusó exhibir obras de todos los periodos por el gran volumen de piezas que habría que exponer, ya que no hay sala que pueda acoger una secuencia de sus 250 años de historia a modo de síntesis. En la exposición, que permanecerá tres meses en la Sala Academia de La Nau, también se proyectará un video sobre las restauraciones efectuadas por Pilar Roig en la parroquia de San Nicolás de València.
Además, la entidad también prepara una muestra que recopilará las obras de los 18 galardonados del Concurso Nacional de Pintura, según ha informado la institución a este periódico. La exposición de estos jóvenes talentos estará comisariada por el presidente de la Real Academia, Manuel Muñoz Ibáñez, y el catedrático de Estética de la UV, Román de la Calle. Se inaugurará el próximo 1 de noviembre en el Museo de la Ciudad.
Protagonismo de la música
La Real Academia pretende potenciar la presencia de la música en sus actos conmemorativos. De hecho, el próximo martes se realizará un recital en homenaje a los académicos donde se estrenará una obra de César Cano elaborada ex professo para el aniversario. Sin embargo, el día señalado será el próximo jueves cuando se celebrará el concierto conmemorativo en el Palau de la Música de la mano de la Orquesta de València y la Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinski de San Petersburgo bajo la batuta del director Valery Gergiev.
