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Muestra

Armengol colorea La Nau

«El color que vemos es un rebote de la luz sobre un elemento y ese elemento absorbe unas radiaciones de luz y expide otras», explica el pintor de la Ribera sobre su último proyecto artístico

Armengol colorea La Nau

Entre al claustro de la Universitat de València por la calle de la Nau, sitúese a la izquierda de la estatua de Lluís Vives y eleve la vista. La combinación del patio de columnas toscano con los tres grandes mosaicos de Rafael Armengol es única.

«El juego de color», el último reto del artista de la Ribera, es de una gran sensación óptica, pues muestra la ampliación de la obra de Tiepolo «Joven con mandolina» con diferentes resoluciones de cuadrícula. Además se puede contemplar una serie de vidrieras de metacrilato de grandes dimensiones y dos lienzos de Lluís Vives.

Martí Domínguez, el comisario del proyecto, asegura que la desestructuración de la luz ha sido un «signo de identidad capital» de la obra de Armengol desde que, en 1967, empezó a trabajar la difracción de los colores a partir de la imagen proyectada por los mass media. Un tablero de juego donde «trabaja con una visión de la luz tal como es captada por el ojo humano», sostiene Domínguez. Considera además que Armengol ha construido su trabajo sobre la teoría del color de Newton y sobre la idea de la «visión de la imagen en los mass media».

Armengol -«un trabajador incansable», en definición de Domínguez-, explica su intervención en el claustro de la Nau como un científico. «El color es la luz, y el color impreso son en realidad materias coloreadas. Las materias coloreadas tienen unas vibraciones que el ojo recoge. El color que vemos es un rebote de la luz sobre un elemento, y ese elemento absorbe unas radiaciones de luz y expide otras. Lo que expide es lo que nosotros llamamos color».

Lienzos de Vives

Esta instalación completa la exposición «Parejas de Tiepolo», que presenta la última serie inédita del artista valenciano en la Sala Martínez Guerricabeitia de La Nau, compuesta por una treintena de obras, algunas de gran formato, y dedicada a la pintura de la figura más representativa del rococó italiano, Giovanni Battista Tiepolo.

Además Armengol se ha atrevido a interpretar la figura de Lluís Vives que preside el claustro. Uno de los pocos que se atreve con la estatua de bronce que sobre un alto pedestal modeló José Aixa (1844-1920) y fue fundida por Vicente Ríos.

El conjunto se completa con la proyección de un audiovisual donde tanto Armengol como Martí Domíngez relatan la teoría del color y su aplicación pictórica.

Como reconoció el vicerrector de Cultura de la Universitat de València, Antonio Ariño, el objetivo de la instalación es animar al público a adentrarse en la naturaleza del color y en toda «la puesta en escena del tratamiento cromático que hace Armengol» cuando se enfrenta al lienzo en blanco con tan sólo una paleta en sus manos.

El claustro de La Nau permanece coloreado hasta el 20 de mayo, y la Universitat de València junto con la Colección Martínez Guerricabeitia han programado visitas guiadas y actividades didácticas gratuitas abiertas

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