La «Medusa» de plástico capaz de dar cobijo a 99 personas y que desde ayer ocupa gran parte del patio gótico de antiguo convento del Carme es cómo una lupa desde la que observar este espacio histórico y para que te observen los que están fuera. En cambio, la «Burbuja de los deseos» que se levanta alrededor del pozo del claustro renacentista, es como un lugar íntimo donde depositar los deseos de cada uno. «Cómo ese personaje de 2046, la película de Wong Kar Wai, que susurraba sus deseos en un agujero junto a un árbol», explicaba ayer el arquitecto Marco Canevacci, creador de estas dos instalaciones plásticas que han dado inicio al Festival 10 Sentidos que ayer se presentó en el Centre del Carme.

Esta es, precisamente, una de las novedades de la séptima edición del 10 Sentidos, la vuelta al lugar que le vio nacer y que dejó de utilizar para sus propuestas escénicas «por falta de entendimiento con la anterior dirección, que no nos permitía crecer y nos ponía impedimentos para usar sus espacios», explicaban ayer Meritxell Barberà e Inma García, directoras del festival. «Ahora el Centre del Carme es un lugar vivo, que permite albergar actuaciones como esta, un centro con el que compartimos discurso artístico, una manera de ver las cosas y donde volvemos a sentirnos a gusto», añadieron ante la satisfacción del director del CCCC, José Luis Pérez Pont, presente también la presentación del programa, junto al el director de Negocio de Caixa Popular, José María Company.

El Festival 10 Sentidos ofrece desde ayer y hasta el 20 de mayo un total de 50 propuestas con más de un centenar de artistas con el objetivo de «hacer visible lo invisible», tanto personas como espacios físicos. Por eso, esta edición amplia el número de espacios públicos y privados que acogerán las actividades: el Centre del Carme, la Galería Pepita Lumier, el MuVIM, la Rambleta, Espacio Inestable, Carme Teatre, La Nau, Audi Center, la Plaza del Ayuntamiento (que acogerá el 12 de mayo una jornada de talleres e incluso una recreación sonora de la fuente primitiva diseñada por Goerlich) y la de la Virgen, el Palau de les Arts, el IVAM, la Filmoteca, así como distintas librerías de la ciudad. «Al hablar de invisibles no sólo nos referimos a las personas, sino también a espacios de la ciudad que se suelen considerar así, y en los que también habrá actuaciones, como los barrios del Cabanyal o Marxalenes, o la Biblioteca de San Miguel de los Reyes». Esta última acogerá una obra teatral de Romeo Castellucci el 16 y 17 de mayo.

La programación cuenta con un presupuesto de unos 200.000 euros, y está dirigida a un espectador «activo y participativo». «Es un festival al que le gusta experimentar y arriesgar, porque es la manera de crecer -señaló Meritxell Barberà-. Además, aúna la iniciativa social con la cultural, distintas disciplinas, artistas consagrados y otros de menor proyección hasta el momento y sedes en toda València».

Sueños, pesadillas y Chirbes

Además de las instalaciones de Canevacci (con música de Edu Comelles) que estarán en el Centre del Carme durante todo el festival, o de la representación de Castellucci en San Miguel, 10 Sentidos traerá a València otras intervenciones como el «Dreams & Nightmares» que hoy inaugura Dimitri de Perrot en el MuVIM, o las de Laura Clos y Núria Vila. También habrá espectáculos de danza, como los de Sonia Gómez (6 de mayo), Eduardo Guerrero, Kor´sia, Dorky Park o Stopgap.

Del teatro, destaca el estreno de «Ese hombre tiene en su cabeza un mundo», de Toni Tordera y basado en la obra de Rafael Chirbes, que tendrá lugar este fin de semana en el Centre del Carme. También habrá un certamen coreográfico en Espai Rambleta, una masterclass sobre el código Gaga en el IVAM o el ciclo de cine en la Filmoteca de València.