La cantante valenciana Noelia Zanón llevaba cuatro años ausente, continuando su carrera en México, donde ha conseguido el éxito apetecido, y ahora ha vuelto en un viaje corto, porque regresa a la capital azteca, donde según declaró a este periódico «tengo mi futuro, un trabajo y una vida encarrilada allí definitivamente». Y la Casa del Artista de València aprovechó su breve estancia para dedicarle un emotivo homenaje en el teatro Talía, que presentaba un magnífico aspecto.
Noelia estuvo brillante y espectacular, entusiasmando a un público que no cesó de ovacionarle. Su portentosa voz lució como en ella ha sido siempre habitual, pero se le notó una madurez artística que lució en todo su esplendor. Sus canciones fueron brotando de su prodigiosa garganta, con temas como «Granada», «La Bikina», «El triste», «México» y otras muchas, evocando incluso su lejano paso por el programa «La música es la pista» en la antigua Televisión Valenciana. Intercaló la música con referencias a sus vivencias en aquel país, y algunos vídeos donde hijos de famosos músicos mexicanos, como Agustín Lara o José Alfredo Jiménez, elogiaban a la cantante y saludaban a la asociación valenciana que le homenajeaba.
La nueva Junta Directiva de La Casa del Artista en pleno apareció en el escenario, y su presidenta, Clara Esmeralda Comos, entregó a Noelia Zanón la insignia de plata de la entidad entre grandes ovaciones. La inevitable «Maredeueta», magistralmente interpretada, cerró este concierto de homenaje que presentó Manoli Alba Montañés. Las lágrimas de Noelia Zanón mostraron la gran emoción del momento, ante un público entregado repleto de artistas y compañeros de la cantante , que vivieron una tarde-noche inolvidable.
