Tiene nombre de rey mesopotámico de leyenda y del que se dice que construyó la Torre de Babel, aquella en la que se confundían distintas lenguas. En un perfecto inglés, sin embargo, habla Nimrod David Pfeffer (Tel Aviv, Israel, 1983), pianistas y director que el próximo domingo se pondrá al frente de la Orquestra de la Comunitat Valenciana con «La clemenza di Tito» en el Palau de les Arts. Debuta en València en sustitución de Fabio Biondi, que abandonó la dirección musical del conjunto el pasado mes de abril.
P ¿Cómo va a ser «La clemenza di Tito»?
R Va a ser una maravillosa puesta en escena semiescenificada. Va a ser muy sensible desde el punto de vista de la trama y musical. Aunque sea semiescenificada no vamos a ver menos elementos, al contrario. Todos los elementos estarán sobre el escenario y también los músicos. El público va a ver una interacción total entre músicos, coro, solistas, la escenografía... Tenemos un elenco extraordinario encabezado por Carlo Allemano como Tito, un tenor guapo y con buena voz y presencia en escena; Eva Mei es Vitella, es una de las sopranos más importantes y está especializada en Mozart; y tenemos a Margarita Gritskova, que interpreta a Sesto, es una soprano con una voz muy redonda y con un gran virtuosismo. Esta es la última ópera que Mozart escribió y una de las dos óperas serias que compuso. Es un estilo particular, maduro, en la que no hay nada bufo ni divertido. Es un ejemplo de la música más bonita que escribió pero está reducido a su esencia.
P ¿Reconoceremos a Mozart?
R En esta obra Mozart no utiliza los trombones de Don Giovanni y solo hay seis personajes principales, pero lo que se escucha es lo mejor que podemos encontrar en Mozart. He elegido una orquesta bastante grande porque Mozart en muchos aspectos es un compositor romántico. Mostraremos la belleza del sonido tal y como la presentaba Mozart en su tiempo. El público puede esperar un Mozart diferente, pero muy presente y al máximo nivel. Va a ser una experiencia emocionante. Esta ópera tiene un mensaje muy actual, el más político de Mozart.
P ¿Qué le parece la Orquestra de la Comunitat Valenciana y el Cor de la Generalitat?
R Lo que me encontré con esta orquesta, que no es habitual en conjuntos de este nivel, es que cuando le pedía algo a lo que no estaba acostumbrada lo hacían inmediatamente. Esto se debe a que, por un lado, son músicos de alto nivel y, por el otro, son jóvenes y reaccionan en seguida. En cuanto al coro me he encontrado un nivel extremamente elevado y muy dispuesto.
P ¿Qué le sugiere Mozart?
R Uf... Todo. Cuando leemos sus cartas y partituras vemos que era una persona muy bromista y jocosa, pero también encontramos obras de tal profundidad como esta y el Réquiem, que demuestran que era un gran conocedor de la humanidad y los sentimientos. Es eterno.
P ¿Qué compositor le inspira más?
R Me gusta toda la gran música, pero tengo compositores que siento más cerca, en función de mi experiencia y mi estado de ánimo. Como soy pianista, un compositor muy cercano es Chopin; el Beethoven tardío también me resulta especial; y encuentro gran alegría en el genio de Bach. Pero desde que era niño el compositor que siempre he admirado, con diferencia, es Mozart.
P ¿Qué obra le gustaría dirigir en Les Arts?
R ¡«La clemenza di Tito»! (ríe). Hay tantas... Sería genial algo para orquesta y coro, por ejemplo una de Puccini.
P Además de director es también pianista. ¿Dónde disfruta más: en el foso o sentado al piano?
R Me temo que no tengo respuesta a eso. Al final lo que me interesa es la música. Cuando toco el piano la música la hago yo mismo y es inmediato. Y cuando dirijo me invade un sentimiento de colaboración. Tengo a más de 100 personas con talento que obran un milagro como el del vuelo simultáneo de los pájaros. El misterio de la dirección es lo más cercano a la telepatía.
P Sustituye a Fabio Biondi al frente de esta obra. ¿Ha tenido ocasión de hablar con él sobre ella?
R No. He venido completamente fresco sobre la pieza.
P ¿Está al corriente de los últimos movimientos en Les Arts? ¿Qué le ha parecido la marcha de Biondi?
R No sé mucho sobre la situación. Mi trabajo aquí es poner el foco sobre la belleza de la pieza.
P Es usted un activista por el diálogo entre árabes y judíos en su Israel natal. ¿Cómo puede ayudar la música a que haya entendimiento?
R La música es el único arte clásico que permite desarrollar las emociones sin barreras. Llega directa a la gente incluso cuando hablan diferentes idiomas o tienen distintas opiniones y culturas. Soy un gran creyente de la comunicación entre individuos, pero no soy político.
