Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Luis Prado: "No debe de haber ya ningún clásico de la música que no haya sido pervertido"

«Somos gente nostálgica. Cosas que han estado denostadas como los sintetizadores analógicos ahora se reivindican»

Luis Prado: "No debe de haber ya ningún clásico de la música que no haya sido pervertido"

Mark Knopfler, Brian Wilson, Debbie Harry, Leon Rusell, Rosendo, Springsteen, los Rolling o Sinatra... Ningún clásico del pop se resiste al piano de Luis Prado. Lo demuestra en su nuevo disco de versiones y también lo hará hoy en el último «aperitiver» de la temporada del Tulsa Café (23.00 horas)

¿Incluir el «Money for nothing» de Dire Straits o el «Whatever you want» de Status Quo en su disco de versiones es una forma de confesar un placer culpable?

Hombre, quizá «Money for nothing» no es lo mejor de Dire Straits pero tiene un punto que te permite expresarte. Y también tiene algo de chiste hacer algo tan de guitarra al piano. Las dos canciones me gustan, aunque tienen un puntito hortera, facilón... Quizá han sido dos canciones sobreexpuestas.

Ahora se reivindica esa música de los 80 que empezó a despreciarse cuando llegaron los 90...

Somos gente muy nostálgica. Cosas que han estado denostadas luego se reivindican, como los sintetizadores analógicos o las cajas de ritmos... La música disco tenía una prensa terrible incluso en la época en la que se hizo. Ahora nadie se avergüenza en decir que Giorgio Moroder era un genio. E igual pasa con ABBA, hasta no hace mucho era difícil encontrar al alguien que reconociera que le gustaban. Pero yo en este disco no reivindico a nadie, nada más que a mí.

¿El disco es de canciones que le marcaron en la infancia y la adolescencia?

Al principio ese era el plan. Pero luego se empezaron a acumular ideas, canciones que piensas que molaría tocar, y sale algo un poco batiburrillo. Al final se trata de ver si aporto algo con mi versión, que no se quede en un mero cover.

Ese chiste de trasladar un tema guitarrero al piano lo lleva al máximo con la versión de «Loco por incordiar».

Es otro tema que escuchaba cuando era joven y tiene una progresión de acordes que me parece chula. Son de esas canciones que se te pasan un momento por la cabeza, te pones a tocarlas y te lo pasas bien. Además, aunque no soy un conocedor de su discografía, Rosendo me cae muy bien.

¿Por qué no hizo el disco de 'standards' en castellano que se planteó al versionear a Rosendo?

Porque se quedarían fuera canciones de los Stones o de los Kinks, me acordaba de ideas para versiones que se habían quedado fuera en el otro disco... Te empieza a dar pena lo que se va a quedar fuera y el hilo conductor desaparece.

¿Cuando les da la vuelta a clásicos como estos siente que los está traicionando?

No tengo sensación de traicionar o corromper, sino de estar haciendo un divertimento o, mejor aún, viendo que la canción funciona a mi modo. Supongo que en los últimos tiempos ha habido una sobredosis de clásicos versionados en plan lento y con ukelele. No debe haber ya ningún clásico de la música que no haya sido pervertido. Pero quizá la onda que le doy yo, esto del piano en plan años 30 muy ragtime, no está tan sobada... O al menos no es una cosa lánguida con ukelele...

¿Qué tienen estos dos discos de versiones del Luis Prado profesor de música?

Lo que más tienen es de alguien que lleva tocando mucho tiempo y eso le permite ser rápido a la hora de pensar una canción y ponerse a ello, que de tanto tocar ha desarrollado un estilo propio. Y ha habido un esfuerzo consciente de adaptar técnicas de guitarra al piano, de intentar que suene cool algo que es eminentemente guitarrístico. Intentar sonar «stoniano» con un piano es un reto.

¿Hay alguna versión que se le haya resistido?

No. Lo que ocurre a veces es que una canción te gusta cómo ha quedado pero ves que aporta muy poco. Sí me imponía, en cambio, cantar algo que hubiese cantado Sinatra. Ahí sí había algo de reto.

¿Cualquier canción puede pasar por el piano de Luis Prado?

Bueno, en algunos casos va a quedar mejor que en otros. De todas formas, no, no creo que todo pueda pasarse por el piano.

Le espera un verano muy completo, de gira sinfónica con Miguel Ríos y con Tequila. ¿Cómo se prepara para algo así?

El sinfónico ha requerido un montón de ensayos porque ha habido un trabajo de adaptación mutua entre la banda de rock y la orquesta. En cuanto a Tequila, yo era muy fan. Quizá el de pianista de Tequila es un puesto un poco inventado porque ellos nunca tuvieron piano salvo en tres o cuatro cosas. Así que intento hacer un poco más rico el sonido pero sin pasarme y sin que se desvirtúe su esencia.

¿Cómo es tocar con ídolos de la infancia?

Empecé a tocar con Miguel en 2009, y encerrarte en un local para ensayar con él todo el «Rock & Rios», que de chaval me lo aprendí de pe a pa, fue tremendo. E ir a un local de ensayo con los Tequila para dar mi aportación a temas que me gustaban mucho, es un regalo.

Compartir el artículo

stats