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Festival dels Horts: música entre naranjos

Villa Rosita, en Picanya, acoge la primera edición del certamen de música de cámara

Entre naranjos, azahar y el pausado atardecer veraniego comenzó ayer la primera edición del Festival de les Horts, una selecta cita camerística en la que en un lugar idílico -Villa Rosita, en el Huerto de los Montesinos, en Picanya- se escuchan durante tres días obras de compositores como Brahms, Debussy, Falla, Mozart, Schubert, Ravel, o la castellonense Matilde Salvador, cuya figura inolvidable será recordada en el centenario de su nacimiento a través de la interpretación de algunas de sus canciones.

La cita, que se clausura mañana con una «Schubertiada» en la que un quinteto de cuerdas y piano interpretará el célebre Quinteto de la Trucha del compositor vienés, es, en opinión de su promotor y director artístico Antonio Galera, «una propuesta innovadora, cuyo encanto y singularidad radica en la armonía entre el contenido musical y el singular entorno patrimonial que le sirve de marco y escenario».

Entre los artistas que intervienen en esta primera edición, promovida por la Societat Filarmònica Música i Art y el Ayuntamiento de Picanya, figuran nombres bien conocidos de la melomanía valenciana y española. Entre ellos, la soprano Laia Falcón, el violinista Miguel Colom, la viola Isabel Villanueva, la violonchelista Iris Azquinezer o el propio Antonio Galera, que se presenta en su condición de bien reconocido pianista.

Personalidad singular

Las tres citas centrales del festival se desarrollan desde las 20 horas ante la fachada de Villa Rosita, una típica masía valenciana construida en 1904 en el entorno ideal de una parcela de ocho hectáreas de naranjos. El concierto inaugural, celebrado ayer, es fiel reflejo de la personalidad singular de una convocatoria artística que nace con sello propio: un programa atípico en el que casi nada se escucha en versión original, sino en transcripciones para diversos instrumentos que hablan de la diversidad de posibilidades que brinda cualquier verdadera obra de arte. Se escucharon obras de Debussy, Ravel, María Escribano y las Endechas y cantares de Sefarad, obra de Matilde Salvador para voz y piano en la que la compositora castellonsense recoge y recrea con su inconfundible inclinación lírica la gran herencia artística y vocal que dejaron los judíos en España.

El concierto de hoy miércoles agrupa obras de Brahms y Beethoven. Del primero se escucharán sus Dos canciones opus 91, mientras que Beethoven estará representado por su «Trío para cuerdas en Sol mayor, opus 9 número 1» y cinco canciones extraídas de la colección «Neues Volksliederheft WoO 158 (Nuevo cuaderno de canciones populares)», conformado por 36 canciones populares de diferentes países armonizadas por el genio de Bonn para voz con acompañamiento de piano, violín y violonchelo. Fueron escritas entre 1816 y 1818 y entre ellas hay tres originales de España.

Schubert para la clausura

La jornada de clausura, mañana jueves, figura dedicada en su integridad a Franz Schubert. Difícil imaginar colofón más feliz para esta primera edición del Festival dels Horts que una «Schubertiada», es decir, con la recreación de una de aquellas veladas vienesas que organizaba Franz Schubert para dar a conocer a sus amigos sus nuevas obras, en un ambiente amigable, lúdico, recogido y cargado de magia, en el que nunca faltaba la voz humana. La noche de la huerta levantina como marco ideal para una schubertiada en la que el propio compositor se encontraría encantado de participar. En cartel, tres obras de muy diversa índole, pero todas ellas maestras: «Trío para cuerdas en Si bemol mayor, D 471», el «Lied Der Hirt auf dem Felsen, D 965 (El pastor en la roca)» y el «Quinteto para piano y cuerdas en La mayor D 667», «La trucha».

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