El 5 de febrero de 2016 el historiador catalán Josep Fontana -que falleció ayer a los 86 años- fue investido doctor 'honoris causa' en el paraninfo de la Universitat de València, con Pedro Ruiz Torres y el actual conseller de Economía Vicent Soler Marco como padrinos y a propuesta de la Facultad de Geografía e Historia. No era, ni mucho menos, un extraño en aquel lugar. Fontana fue catedrático de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales entre 1974 y 1976, y había dirigido las tesis doctorales de intelectuales valencianos como Jordi Palafox.
Tras conocer el fallecimiento de Fontana, el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona -de cuya tesis doctoral Fontana formó parte del tribunal-, destacó su "lucidez y capacidad crítica" como historiador y, en los últimos años, analista de la historia y economía contemporánea. También resaltó Girona su papel "fundamental"-junto a otros miembros de la "escola catalana" como Ernest Lluch, Joan Reglà, Miquel Tarradell o Miquel Dolç, y gracias a su "intensa relación" con Joan Fuster y Vicent Ventura-, a la hora de conseguir "crear un interés por la historia propia del País Valencià" en un buen número de jóvenes intelectuales de la época.
"Fontana o Lluch fueron gente que nos abrió los ojos hacia la historia del País Valencià y a la necesidad de redescubrirnos y fijarnos en nuestra propia identidad", afirmaba ayer Girona quien, además de las obras clásicas de Fontana -en especial, La crisis del Antiguo Régimen en España-, quiso destacar sus últimos estudios sobre el mundo contemporáneo, en los que el antiguo comunista del PSUC mantenía esa visión crítica hacia las desigualdades parejas al progreso material de la humanidad.
"Uno de los aspectos más alarmantes de la evolución actual de nuestras sociedades es que la desigualdad está experimentando un aumento incontrolable", advertía Fontana en el discurso de aceptación de su 'honoris causa'.
Uno de los discípulos de Fontana en la UV fue el posteriormente rector de la misma, Pedro Ruiz, quien enumeraba en la 'laudatio' previa a la investidura del historiador algunas de las "amistades duraderas" que éste había hecho en su etapa de catedrático en València. Recordó el «refuerzo» de su relación con Ernest Lluch cuando este era profesor agregado de Historia del Pensamiento Económico en la UV, y con su discípulos y colaboradores Salvador Almenar, Vicent Llombart y el actual conseller de Hacienda Vicent Soler.
También subrayó Ruiz la estrecha relacion de Fontana con Palafox y Teresa Carnero, o la ayuda decisiva que le prestó a Manuel Ardit para que éste acabara y publicara su tesis doctoral sobre Revolución liberal y revuelta campesina en el País Valencià. A sus clases en la Facultad de Ciencias Económicas asistieron no pocos estudiantes de Filosofía y Letras como Aurora Bosch, Joan Romero y Jesús Millán. Y en 1970 fundó junto a Lluch, Ramon Garrabou, Josep Termes y Joaquim Molas la revista Recerques, en cuyo consejo editorial se encuentra el catedrático de Historia Medieval Antoni Furió.
"Josep Fontana nunca se fue completamente de València -destacaba Ruiz-. Volvió numerosas veces y por motivos diversos, dando así continuidad a su magisterio con una generosidad inusual. De él pudieron sacar provecho diferentes generaciones de estudiantes y profesores de distintos niveles educativos, profesionales de diversas disciplinas y muchas otras personas".
"Josep Fontana era una persona muy lúcida, con una formación historiográfica tremenda y un gran conocimiento de la historia contemporánea", destacaba ayer Albert Girona. "Yo nunca lo tuve de profesor, pero su influencia se ha mantenido en la Universitat ya que su docencia cuajo en muchos historiadores y economistas que han enseñado o siguen enseñando ahí".
Josep Fontana nació en Barcelona el 20 de noviembre de 1931, se licenció en Filosofía y Letras por la Universitat de Barcelona y fue discípulo de Jaume Vicens Vives, Ferran Soldevilla y Pierre Vilar. Considerado como uno de los historiadores más prestigiosos de España, con obras de referencia como Por el bien del Imperio. Una historia del mundo desde 1945, La quiebra de la monarquía absoluta (1814-1820) o Europa ante el espejo, se especializó en la historia contemporánea.
Trabajó sobre los modelos de transición del antiguo régimen al capitalismo y se centró en estudiar la formación del mercado peninsular, las revoluciones de 1820 y 1868 en España y Cataluña y, especialmente, las relaciones entre las finanzas públicas y el desarrollo económico. Antifranquista durante la dictadura, militante del PSUC hasta los 80 y favorable a la independencia de Cataluña en los últimos años, su última obra fue el ensayo El siglo de la revolución (Crítica), donde planteaba que "propuestas" como la Revolución Rusa, en su doble papel de esperanzas para unos y de amenazas para otros, han marcado la historia del siglo XX.
"La ignorancia de Cataluña hacia Valencia es absoluta"
En febrero de 2016 Josep Fontana concedió una entrevista a Levante-EMV en la que, entre otras cosas, reflexionaba sobre la relación del proceso independentista catalán y la C. Valenciana. "En Cataluña tenemos un problema y es el mito del imperialismo catalán -advertía-. Lo más sorprendente es la absoluta ignorancia de lo que pasa en el País Valenciano. En el Principado nunca se ha pensado en los problemas valencianos. Lo primero que deben hacer los valencianos es salir de la situación de expolio en la que les han dejado en los últimos años".
