Contaba ayer el director Alexander Herold que hace treinta años, la primera vez que llegó a València para poner en escena del desaparecido Princesa la obra «Por delante y por detrás», no sólo se enamoró de la ciudad de tal forma que se vino a vivir aquí, sino que además se quedó impresionado por la fortaleza que tenía la industria teatral en «la tercera plaza de España». Pero los años y la crisis económica debilitaron esa industria, sobre todo su parte más comercial, apenas sostenida por las administraciones públicas. Una situación que Olympia Metropolitana -propietaria de los teatros Olympia y Talia- quiere revertir con sus propias producciones.
Su última y más arriesgada apuesta es, precisamente, una versión bilingüe (en castellano y valenciano) de aquel clásico de la comedia teatral británica escrito por Michael Fray y que dirigirá, precisamente también, Alexander Herold. Se estrenará en el Talia el 14 de septiembre y en ella participan algunos rostros populares del teatro y la televisión valencianos: Vanesa Cano, Sergio Escribano, Ferran Gadea, Paula García Sabio, Nelo Gómez, Carme Juan, Paula Llorens, Miquel Mars y Sergio Villanueva.
El propio Herold -que con esta habrá dirigido la pieza de Frayn en 10 ocasiones- fue el encargado de adaptarla al castellano junto al tricicle Paco Mir, y el guionista y actor de Aldaia Juli Disla la ha readaptado para esta ocasión a la «idiosincrasia valenciana».
Enrique Fayos, director de Olympia Metropolitana, reconocía ayer que la apuesta es «arriesgada», pese a contar con una ayuda de la Generalitat y del Institut Valencià de Cultura «que no llega ni al 30 % de la inversión». Su objetivo es que se mantenga en escena «varios meses» y llenar el Talia todos los días para que esta producción con un escenario hecho a medida y más de una treintena de trabajadores implicados, sea rentable y pueda salir de gira en 2019.
Es una «apuesta por el teatro comercial pero de calidad que genera industria cultural», subrayaba el «albena» Toni Benavent, que aquí es productor ejecutivo junto a Paula Esquembre. Por ello Benavent instó a las instituciones a «entender que deben colaborar» en iniciativas como de este tipo para generar tejido teatral.
En la presentación de ayer ante los medios, Herold calificó «Por delante y por detrás» como una «máquina de risas» y «a la vez un gran poema de amor al teatro protagonizado por un grupo de disfuncionales». Además, aseguró que el texto se encuentra dentro del «catálogo de las grandes comedias de teatro occidental», traducida a 28 idiomas, representada en 50 países desde su estreno en Londres en 1982 y vista por más de 12 millones de espectadores en todo el mundo.
El protagonista es el teatro visto por dentro y, con el vehículo de un vodevil cutre, muestra al espectador qué cosas suceden entre los actores antes de un estreno y qué ocurre detrás del escenario cuando sube el telón. La acción se desarrolla en tres actos: durante un ensayo general, durante una representación y el tercero simula que ya han pasado seis meses y la obra se ha convertido en un caos. «Es una partitura de portazos», describía Benavent; una «pieza milimétrica», apuntaba Herold; «una bomba de relojería», aseveraba la actriz Carme Juan; «matemática pura», concluía Vanesa Cano.
