La Fundación Bancaja presentó ayer el catálogo de la exposición «Fluidos», la «más antológica» que se ha hecho sobre la trayectoria de Miquel Navarro. Se trata de un catálogo «que refleja con exactitud la exposición», en palabras de Rafael Alcón, presidente de la entidad. «La imagen tiene que expresarse por sí misma», aseguró el artista de Mislata. «No soy un hombre de letras, solo escribo poesía», añadió Navarro. El artista estuvo acompañado durante la presentación por la comisaria de la muestra, Lola Durán, y Juan Manuel Bonet, ex director de l´Institut València d´Art Modern (IVAM) y director del Instituto Cervantes hasta este año, cuando fue nombrado Luis García Montero el pasado mes de agosto.

«Miquel Navarro: Fluidos» se puede visitar hasta el 11 de noviembre e incluye 120 piezas datadas entre 1976 y 2018 y procedentes de las colecciones de la Fundación Bancaja y de la Fundación Caja Mediterráneo. Tal y como ocurre con la exposición, el catálogo repasa la evolución de la obra de Miquel Navarro. Además, lleva al soporte impreso obra inédita del escultor como las instalaciones Ciudad de las torres (2018) y Marjal (2017-2018); las esculturas Casco de avispa (2012), o Campo rojo (2016).

«Miquel Navarro es uno de mis más antiguos amigos valencianos. Creo que le conocí el mismo día que conocí a Carmen Calvo», señaló Juan Manuel Bonet, quien afirmó que Navarro «ha universalizado Mislata». «Nadie ha hecho una metáfora de la ciudad como la que ha hecho Navarro. Ha sido capaz de centralizar en un mismo paisaje la cultura de arrabal, la industrial y la agrícola», explicó Bonet. Según Navarro, Juan Manuel Bonet fue quien le descubrió en València para después lanzar su carrera en Madrid. «De ahí, al Guggenheim de Nueva York», añadió el artista.

La muestra está compuesta «por pequeñas piezas que se apoderan del espacio» y esculturas totémicas para hablar de las dos temáticas recurrentes en la obra de Miquel Navarro: la ciudad y el cuerpo humano. «Son dos temas que están a la vez conectados. Las ciudades de Navarro se dividen en calles, viaductos, puentes... Al igual que ocurre con el cuerpo humano, formado por arterias o venas», señaló la comisaria. «Las ciudades se extienden de manera horizontal, pero también están conformadas por elementos verticales, fálicos y masculinos, que también representan el poder y el abismo», dos conceptos que según Navarro caminan de la mano.

La muestra también se compone de diversas obras que plasman el «carácter erótico» de la obra de Navarro. «El erotismo está presente en toda su obra, ya sea en forma metafórica o explícita», añadió Durán. «Yo hago lo que siento. No me excito con mi obra, pero me puedo emocionar», señaló Navarro.