Los reyes apadrinaron ayer los actos conmemorativos del bicentenario del Museo del Prado, una institución que, según Felipe VI, es «un fabuloso legado para orgullo de los españoles» y «un verdadero icono de la cultura española y universal».

Don Felipe y doña Letizia presidieron en el auditorio de la pinacoteca la ceremonia institucional con la que arrancó oficialmente el programa del bicentenario y, a continuación, recorrieron la muestra «Museo del Prado 1819-2019. Un lugar de memoria».

En su intervención, el jefe del Estado definió al Prado como «un proyecto de memoria y de futuro» que atesora «el acervo cultural de los españoles», pero también una dimensión universal.

Incidió en que la pinacoteca debe ser considerada «una historia de éxito» en la que han sumado esfuerzos la Corona, las distintas administraciones y la sociedad civil.

En el acto participaron el director del Prado, Miguel Falomir; el presidente del Patronato de la pinacoteca, José Pedro Pérez-Llorca; y el ministro de Cultura y Deporte, José Guirao.

Concluido el acto institucional, los reyes y las autoridades recorrieron la exposición con la que se conmemora el bicentenario, que estará abierta hasta el 10 de marzo de 2019. Está integrada por 168 obras, de las que 134 son fondos propios, que reflejan el devenir histórico de España y cómo el museo ha ido desarrollando su propia personalidad.

Junto a los clásicos, la exhibición incluye piezas de artistas contemporáneos como Renoir, Manet, Picasso o Pollock, quienes encontraron inspiración en la galería madrileña. El comisario de la muestra, Javier Portús, explicó a los reyes las ocho etapas en las que está dividido el recorrido por los 200 años de la institución que fundó Fernando VII como museo real con poco más de 300 pinturas. Don Felipe y doña Letizia posaron ante La resurrección de Cristo, de El Greco, y al término de la visita, ante La maja desnuda, de Goya, y su «réplica» picassiana, Desnudo recostado.

Tras apuntar que la exposición es «acaso la más importante» de las celebradas en toda la historia de la institución, Falomir animó a que el Prado siga siendo una referencia en el futuro. «Es el museo de todos, porque forma parte de nuestro imaginario colectivo y en él han convergido los esfuerzos y anhelos de lo mejor de nuestra sociedad. Que lo siga siendo por 200 años más es responsabilidad de todos», afirmó el director del museo.

Guirao convino en que la conmemoración del bicentenario, que incluye un centenar de actividades en 30 ciudades españolas, debe servir para «revisar el pasado, analizar el presente y proyectar el futuro» del Prado con medidas como su ampliación con el Salón de Reinos, en el cercano antiguo Museo del Ejército. El ministro de Cultura se felicitó de que el museo tenga «buena salud institucional» y confió en cerrar el ejercicio con tres millones de visitantes.

Por su parte, Pérez-Llorca subrayó que el Prado «necesita el apoyo de la entera sociedad española» para seguir siendo «mucho más que un gran museo». «Es continuidad histórica en el esfuerzo, lugar de memoria y de concordia al mismo tiempo. Por encima de todo, es un inequívoco signo de España», dijo el presidente del Patronato y «padre» de la Constitución.