La Mare dels Desemparats ha llegado al siglo XXI como símbolo popular. Ha sido posible por el arraigo cultural que supone para gran parte de los valencianos, pese a los intentos de usurpación del nacionalcatolicismo tras la Guerra Civil. El MuVIM aborda el fenómeno icónico de la patrona de València en una de sus grandes apuestas expositivas y con una doble intención, explorar las incidencias históricas de su penetración en la genética autóctona y desterrar las falsedades que quisieron apropiarse de su tirón popular.
El ciclo «Mare del Desemparats» del MuVIM desmiente el mito que la imagen de la Geperudeta fue tiroteada durante el asalto e incendio de la basílica el 21 de julio de 1936. La muestra que se inaugura el jueves explica como la propaganda del régimen franquista incriminó al bando republicano la destrucción parcial de la imagen de la virgen, asegurando que la figura original había recibido tres disparos a la cabeza en aquellos días.
El «fake» franquista que aún pervive queda desmontado porque, según se explica, fue durante los trabajos iniciales de restauración de la escultura de la Virgen de los Desamparados en 1939 cuando un error técnico dañó gravemente la cara. José María Ponsoda fue el encargado de recomponer el nuevo rostro, que se aleja sensiblemente del que tenía hasta el fin de la guerra.
«La Virgen de los Desamparados, Patrona de València, profanada por la horda marxista», titulaba la revista Memento -órgano de los «ex-cautivos de Valencia del Cid»- en 1939, y remataba con el subtítulo: «Para la compresión y el perdón, como cristianos siempre estamos dispuestos: para el olvido, ¡jamás!».
La realidad era otra, porque incluso durante los años de la República el traslado de la Virgen de los Desamparados se celebró hasta el 1935, aunque según la primera Constitución republicana -que dejaba claro que el Estado Español no tiene religión oficial-, las manifestaciones públicas de cultos religiosos debían ser autorizadas por el gobierno.
Una imagen del multitudinario traslado de la Geperudeta en mayo de 1932, tras la promulgación de la Constitución de diciembre de 1931, atestigua como las autoridades republicanas permitieron la tradición.
Reivindicación valencianista
La exposición del MuVIM destaca como algunos intelectuales valencianistas y de izquierdas como Carles Salvador y Joan Fuster dedicaron poemas a la Mare dels Desemparats. «I aixina li preguen, gemeguen i ploren / i imploren les ànimes i els cors desolats / que és Ella, Maria, la Verge amorosa, / la Mare amantíssima dels Desemparats», escribe Salvador en el Poema de la Verge dels Desemparats en 1948.
«Car junt a Vós, Senyora, ¿qui no ha fet / de sa desesperança un goig secret?», es la última estrofa de Fuster del Goig de Desemparat, primer premio de la «Corona poética en loor de Nuestra Señora de los Desamparados» que organizó Levante-EMV en 1952.
Pero aún hay más. La entidad valenciana Lo Rat Penat obsequió en 1963 a la ciudad sarda y catalanohablante de Alguer de una imagen de la Virgen de los Desamparados para sustituir a la destruida durante la Segunda Guerra Mundial. La escultura regalada desde la capital valenciana ostenta todavía un manto bordado que incorpora dos escudos con los palos y «las cuatro barras» de la antigua Corona de Aragón.
El filólogo e historiador Manuel Sanchis Guarner en su La ciutat de València. Síntesi d'Història i de Geografia urbana (1972), de lectura obligada, se muestra partidario de despojar a la Virgen de los Desamparados del manto y todas las adiciones barrocas y de época posterior.
El MuVIM seguramente el museo valenciano más amparado bajo el manto de Compromís está promocionado la exposición rescatando las acepciones más sociales de la Geperudeta: Mare dels «Innocents folls i orats», de los condenados a muerte, de los ajusticiados, de las «fembres pecadrius», de los náufragos, de los «cadàvers de forasters sense parents», de los presos, de los pobres, de los enfermos, de los huerfános; en definitva de los Desemparats.
Igual los dirigentes de Compromís, que recomiendan a sus ediles no acudir a las procesiones patronales, se dejan ver el próximo mayo en el traslado después de ver la exposición.
