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Que cunda el ejemplo

Los protagonistas del concierto. L-EMV

Sociedad Filarmónica

de Valencia.

palau de la música (valència)

Obras de Haendel y Boccherini Intérpretes: Orquesta de Cámara de la Comunidad Valenciana. Director: Daniel Abad. Sandra Pastrana, soprano y Guillermo Pastrana, celista.

Primer concierto del año por los hermanos Pastrana y la OCCV con Daniel Abad (Aspe, 1978) en el podio. Programa desafiante para la soprano Sandra Pastrana (Granada, 1978) quien ha desarrollado gran parte de su carrera en Italia pero que también se ha producido en Tokio, Seúl, Viena o Bangkok. Para esta gira por la Comunitat Valenciana eligió dos arias de bravura de la «Cleopatra» de Haendel -aunque su doble vestuario y plumaje remitían mas a la época de Luis XVI-, en las que demostró valía vocal con medios evidentes. Salió airosa de los no pocos riesgos de la coloratura con volumen suficiente y sorprendente histrionismo no siempre conveniente fuera de la escena. Con dos arias del tercer acto de Giulio Cesare in Egitto: «Da tempeste il legno infranto», -donde supo templar su voz con arrojo- y «Piangerò la sorte mia» - más comedida y contundente- plasmó las inquietudes amorosas de la reina egipcia.

De la ingente obra de Boccherini, la soprano rescató dos obras poco usuales: las «Arias académicas nº 5 y 15», grabadas por ella en Italia. Imprimió seguridad y por ello prendió en el auditorio de inmediato. Su voz le permite recrear las fiorituras sin agotarse ni excederse: siempre es una tentación a evitar.

El cello es instrumento con nobleza de cuna. El señorío de Guillermo Pastrana (Granada, 1983), evidencia el altísimo nivel musical que le permite abordar un repertorio diverso que va de Bach a Penderecki pasando por Shostakovich o David del Puerto. Expuso su sonido generoso y amplio en la versión del Concierto en re menor G479 de Boccherini, defendido con ímpetu y un fraseo sencillamente magnético donde la Orquesta de Cámara de la Comunidad Valenciana, estuvo presente sin abrumar, gracias a la atenta dirección del maestro Abad, siempre al acecho desde la Obertura de Haendel. A Pastrana le bastó el aplomo y el punch de la cadencia del primer tiempo para avalar el nivel del que goza entre los jóvenes músicos actuales. Su Boccherini convenció por estilo, garra y destreza técnica y así lo entendió el público del Palau donde, además de los socios de la SFV, concurrió por una importante representación de la empresa Asisa, patrocinadores del concierto. Un ejemplo a seguir. Grandes ovaciones que animaron al bis: una simpatiquísima versión del «Duetto dei Gatti», que hubiera divertido al mismísimo Rossini.

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