«se presentó ayer de la mano de Sanzol, el director adjunto de Artes Escénicas, Roberto García; y uno de los actores protagonistas, Francesco Carril.
La obra, que se podrá ver hasta el 3 de febrero en el Principal, narra cómo dos hermanas deben decidir si quedarse en herencia la casa de su infancia pese a los inconvenientes que se les presentan o renunciar a ella. «Es una comedia de juegos de identidad con un trasfondo de relaciones familiares. Aunque el conflicto esencial de la función es: ¿Quién es más valiente? ¿Quién acepta recibir una herencia del pasado sin sentido o quien decide desprenderse de ella?», cuestionó Sanzol, quien admitió el componente autobiográfico de la obra. «La casa en la que se ambienta la función está basada en una vivienda que tenía mi familia en un pueblo de Burgos. Frente a ella construyeron una autopista. Pasó a ser un paraíso perdido a causa de la contaminación acústica», explicó el dramaturgo. En la obra también aparecen otros temas recurrentes en la trayectoria del dramaturgo, como la apreciación de la realidad, el sueño o la infancia.
Sanzol fue Premio Nacional de Literatura Dramática por La Respiración en 2017 y acumula cuatro Premios Max. «Es una de las voces esenciales del teatro español contemporáneo», añadió Robert García. La música de La valentía está compuesta por Fernando Velázquez, autor de la banda sonora de películas como Lo imposible (2012), Un monstruo viene a verme (2016), El orfanato (2007) -las tres de J. A. Bayona- u Ocho apellidos vascos (2014).
El dramaturgo compuso la obra a través de la experimentación con los actores, como viene haciendo desde la obra La Respiración, estrenada en 2016. «Cuando empezamos a ensayar no había libreto. Tanto la productora como los actores asumieron un gran riesgo. Con esta manera de trabajar, me di cuenta que las improvisaciones me despertaban mucho la imaginación y la conciencia», comentó Sanzol.
Los actores Jesús Barranco, Francesco Carril, Inma Cuevas, Estefanía de los Santos, Font García y Natalia Huarte improvisaron sobre los conceptos de «valentía» y «miedo» a lo largo de seis sesiones. A partir de ellas, nacieron los personajes, los diálogos e incluso la casa que comentó Sanzol. «Sumar esos riesgos permite que se creen espectáculos una calidad y una calidez especial», añadió el dramaturgo.
«Como actores nos hemos sentido partícipes en la obra. Se nota que a Sanzol le gustan las personas. Le gustan las particularidades y rarezas que representábamos cada uno de los actores. De esta manera, Martín tiene mucho que ver conmigo», explicó Francesco Carril sobre su personaje en La valentía.
«Todo es política»
Sanzol aseguró que tiene pendiente vengarse contra la A-1, la autopista que construyeron frente a su casa en los 80, ya que se declara «víctima de la contaminación acústica». «Tiene la misma importancia que cualquier otro tipo de contaminación. Parece que en este país tenemos el derecho de producir ciertos niveles de ruido», criticó Sanzol, quien añadió: «El ruido nos altera emocionalmente. Pensar que una decisión personal sólo te afecta a ti es pura fantasía. La dimensión privada y pública no existen, solo hay una única dimensión», reivindicó el dramaturgo.
