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Crítica teatral

Las risas de las fieras

El amor mueve el mundo, también en tiempos de Tinder.

Las risas de las fieras esp

El amor mueve el mundo, también en tiempos de Tinder. La comedia romántica ha dado mucho juego y ahora Guillem Clua propone una en clave gay, de gran interés para la comunidad heterosexual porque además de confirmar que los enamoramientos y sus consecuencias son iguales, contiene mucha información sobre las mejores aplicaciones LGTB en la actualidad (como GayRomeo o Grindr). Clua (Barcelona, 1973) es uno de los mejores dramaturgos del momento y desde su debut con Invisibles (Premi de Teatre Ciutat d'Alcoi 2002) se ha consagrado como uno de los mejores dialoguistas, como demuestra la obra.

Smiley, el nombre del universal emoticono de la sonrisa, se estrenó en 2012 protagonizada por Ramon Pujol y Albert Tirol. Ahora los mallorquines de El Somni Produccions la han actualizado y enriquecido con Héctor Seoane (Biel) y Joan Toni Sunyer (Alex), que representan a esa pareja imposible sobre el papel, que tan solo con el primer rollo de una noche inolvidable enciende la llamita del amor. Como el final es conocido, la novedad reside en que la galería de situaciones habituales recae sobre el entorno homosexual, provocando el mismo sano humor, con escenas desternillantes.

El aterrizaje de Smiley en el Micalet ha permitido además ver a Seoane, uno de los actores mallorquines más televisivos en IB3 que borda su papel de gay intelectual, doblando luego como novio argentino de Alex. Aunque lo mejor, muy Clua, es la mención y pase de los últimos minutos de La fiera de mi niña, la obra maestra de Howard Hawks con los inolvidables Katharine Hepburn y Cary Grant.

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