Perdiendo el este llega tras el éxito de Perdiendo el norte (2015). El próximo día 15 la cartelera española estrenará esta comedia dirigida por Paco Caballero y protagonizada por Julián López y con Malena Alterio, Javier Cámara o Carmen Machi. Ayer llegó a los Preestrenos del Festival Antonio Ferrandis, en los cines Kinépolis de Paterna.
¿Cómo es su personaje?
No es la primera vez que me meto en un personaje de estas características, ya lo hice en la película anterior. Es como un reencuentro y no es muy habitual en el cine que se hace aquí tener esa oportunidad. Me encanta hacer comedia y Braulio [su personaje] tiene unas características como para hacer mucha comedia con él.
Está en la tierra de su personaje Vicentín. ¿Algo que decir a los valencianos?
¿Sabes que acabo de verme con Chimo Bayo? De manera fortuita. Chimo y yo nos conocimos con motivo del programa [«La hora chanante»]. Llevábamos tiempo sin vernos y nos hemos puesto al día. Le tengo mucho cariño.
Hay un meme suyo en el que se compara -por el gesto- a Vicentín con el líder del PP, Pablo Casado. ¿Lo ha visto?
(Risas) Sí, me ha llegado por todas partes. ¡Como para no verlo! Me ha parecido divertido. Es que en el fotomontaje se dan un aire. Pablo Casado sale como muy a tope, que es como siempre está Vicentín.
Siempre le hemos visto en comedia. ¿Qué género le gustaría hacer?
Me atraen muchos como espectador. Comedia consumo la normal y, quizás, más otros géneros como drama, thriller, musicales... Como intérprete, me gustaría también hacer otros, pero no es una meta. Ya he tenido escarceos con otros géneros en cortometrajes. En esta película algunas escenas muestran otro tipo de emociones que me apetecía hacer y lo pedía la historia. La comedia clásica ha bebido de que el personaje tenga su parte sufridora y emotiva.
¿Uno nace o se hace a la comedia?
Un porcentaje es de nacimiento. Es raro que alguien que no ha nacido con ese toque lo desarrolle o lo aprenda.
Pero viene de la música. Estudió magisterio musical.
Ese salto no es lo habitual. Estudié en el conservatorio. Ahora echo la vista atrás y pienso que mi formación me ha ayudado en lo que hago.
¿A quién le gustaría hacer reír?
A la gente irascible, que se ríe poco, al que esta muy enfadado con la vida, que hay muchos. Me gustaría decirles: «¿ves como la vida también es esto?» Reírse es muy sano y hace encontrarse con uno mismo.
Me viene a la cabeza que tanto Chiquito como los «chanantes» han cambiado la forma en la que hablamos: «pecador de la pradera», «viejoven»... Ni Arturo Pérez Reverte.
Soy muy pudoroso. Nos lo han dicho mucho. Yo veo claramente lo de Chiquito, pero en nuestro caso me veo más pequeño. Como lo hacíamos sin pretensiones... Igual Chiquito también, porque su éxito estaba en su espontaneidad.
¿Cómo vio a los presentadores de la pasada gala de los Premios Goya
Estuve en la gala. Son dos cómicos con trayectoria y que saben mucho. No es una gala fácil.
¿Cree que la crítica fue injusta con Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla en 2018?
Yo presenté los Premios Feroz un mes antes y cuando me preguntan por qué lo hice siempre digo que porque no son los Goya. Están menos expuestos. Lo de Ernesto y Joaquín fue injusto porque se les atacó como si hubieran sido los culpables de todo cuando en la gala hay música, realización, gente que sube y baja...
¿Se ve presentándolos alguna vez?
A día de hoy me lo pensaría mucho. Nunca se sabe. Lo que más me gusta es hacer ficción. Mi cuerpo no me pide ser presentador. Lo que quiero es hacer películas y series.
¿Hay que poner límites al humor?
Ahora creo que no, hay que mirar el contexto. En nuestros círculos de confort tiramos de todo tipo de humor y no podemos tener esa hipocresía de denunciar públicamente que alguien diga una cosa cuando el contexto es de chiste.
¿Qué proyectos tiene en marcha?
Estrenamos esta película; tengo una pequeña participación en Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar, que se estrena en marzo; y en abril llegará para Movistar + la serie «Justo antes de Cristo», una comedia en la época romana, y en abril también empiezo el rodaje de otra película. Así que sin parar.
