El texto es de Arthur Miller y la dirección de Sílvia Munt, pero El preu es una obra de actores. La interpretación magnífica de una representación difícil, en un solo acto, recae sobre las espaldas de Pere Arquillué, Ramon Madaula, Lluís Marco y Rosa Renom. Un cuarteto capaz de transmitir los miedos que Miller escribió, pero al mismo tiempo de ofrecer uno de los mejores repertorios actorales. Acostumbrados a equilibristas, danzarines y otras imitaciones, el método de los protagonistas de El preu reconcilia con uno de los oficios más antiguos del mundo. La escuela dramática catalana siempre tuvo altura, mucho más afrancesada que británica, y ha dado solemnes intérpretes ( Núria Espert y Josep Maria Pou), pero atención a Arquillué y Madaula, los hermanos que se reencuentran en el ático de la casa familiar después de 16 años sin hablarse. La vivienda va a ser demolida y Víctor, un humilde policía a punto de dejar el cuerpo, y su esposa Esther llaman el hermano mayor, Walter, cirujano de éxito, a un encuentro con el intermediario (Salomon) para tasar el precio de los destartalados muebles.
El recuentro reabre todas las heridas fraternas en un combate escénico memorable, donde la fuerza interpretativa se sostiene con la presencia de dos grandes actores. Solo basta voz, modulación, gestos necesarios y meterse en el papel para culminar los desencuentros familiares, esos que Miller pretende poner en evidencia para denunciar un modelo basado en intereses alejados del cariño. Escribió The Price ( El preu) en 1968 tras sus atormentados años de matrimonio con Marilyn Monroe y cuando era público su activismo político contra la caza de brujas de McCarthy. Sílvia Munt asegura que se enamoró del texto de Miller por la capacidad de llegar al alma a través de dos personajes antagónicos. Del bien y del mal. Además de la lectura correcta, la directa acierta con la elección de los protagonistas. Arquillué lleva tantos años de buen oficio (todavía me acuerdo de su Recordant la Fedra, de Salvador Espriu, dirigia per Lluís Pasqual) que su policía desmotivado resulta conmovedor; mientras que Madaula (genial en La catedral del mar) borda al hermano canalla. Lluís Marco desatasca el conflicto con la elegante figuración del negociante judío (qué tan bien conocía Miller por sus parientes), mientras que Rosa Renom acierta en el papel de esposa sumisa desengañada.
El preu se estrenó en El Grec de 2016 pero sigue igual de fresco, porque el teatro de Miller, tan bien glosado esta vez por Munt, es capaz de llegar al gran público para que ponerlo ante el espejo. De eso se trata.
