La sala Reflectori del Centre del Carme acogió ayer la inauguración de la exposición «Medio siglo que cont[arte]», realizada de forma conjunta entre el centro y la Universitat Politècnica de València (UPV). La muestra echa la vista atrás para hacer un recorrido por las obras más representativas del fondo de arte de la universidad a lo largo de cincuenta años de vida.

Los comisarios de la muestra son Joan Aliaga Morell, Nuria Ramón Marqués y Juan Bautista Peiró López; que han estado acompañados en la presentación por la secretaria autonómica de Cultura y Deporte, Raquel Tamarit; el director del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, José Luis Pérez Pont; y el vicerrector de Cultura y Deporte de la UPV, José Luis Cueto.

En la sala Reflectori se pueden observar obras de grandes autores formados en València y de extensa trayectoria profesional, tales como José María Yturralde, Pamen Pereira, ANZO, Irene Grau, Equip Realitat o Nassio, con su escultura titulada El hombre de Hierro -primera obra de hierro hecha en València-, como pieza inaugural de la exposición. Cabe remarcar que esta escultura es la única de las 36 piezas que conforman la muestra que no corresponde a los fondos de la UPV.

La exposición está organizada en orden cronológico, con piezas que datan desde el año 1953, como la elaborada por Manolo Gil; hasta la del artista plástico y visual Carlos Maciá, del año 2011.

Además del orden cronológico, la sala se distribuye en dos espacios. Uno con las obras más antiguas que se guía por la dialéctica de la figuración contra la abstracción, ésta última entendida como la forma de huir del realismo académico. A la vez que también se reacciona contra la abstracción a través de la figuración crítica, según Joan Bautista Peiró. Por su parte, el segundo espacio contiene las obras más recientes, organizadas por temática; así pues, se pueden observar piezas sobre la naturaleza, la identidad o el mundo interior, entendido como una mirada introspectiva.

La constante de la exposición, de acuerdo con el comisario, es «la facultad y la comunidad de gente que se ha formado aquí». Uno de los aspectos curiosos de la muestra, es que el Carme fue durante mucho tiempo el espacio donde se encontraba la Escuela Superior de Bellas Artes.

Las obras están marcadas por un fuerte componente visual, el predominante uso del color, una composición ejemplar y un gran ingenio artístico creativo, destacando obras como la de Javier Garcerá de la serie El Rey de la Casa, consistente en el artista en su estudio, pero representado de una manera muy peculiar. A simple vista no se aprecia con facilidad, pero si el espectador se fija, se puede ver al autor sentado en su estudio trabajando con un ordenador. Otro de los trabajos que llama la atención por los materiales empleados es la pieza realizada por ANZO -José Antonio Iranzo-, una obra confeccionada a partir de esferas concéntricas metálicas con una imagen en su interior, dando como resultado una producción experimental geométrica singular.

La muestra refleja a la perfección la idea defendida por Cueto: «el arte no es un adorno, es empoderamiento, lucha y reivindicación. Es muy vivo y muy partícipe de la cultura contemporánea».