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Patrimonio

El tesoro desperdigado de los cartujos valencianos

Decenas de museos exhiben obras de los cenobios como las tablas de Valldecrist localizadas en Londres

El tesoro desperdigado de los cartujos valencianos

Tras sucesivos expolios e incautaciones, las obras de arte que durante siglos atesoraron la cartujas valencianas de Portaceli, Valldecrist y Ara Christi quedaron desperdigadas por museos y colecciones de todo el mundo. Tal como publicó ayer Levante-EMV, el historiador José Gómez Frechina, antiguo conservador del Museo de Bellas Artes, ha localizado en la Wellcome Collection de Londres dos tablas -dedicadas a los santos médicos San Cosme y San Damián-, que, pese a que el museo británico atribuye al Maestro de Artés, él identifica como obra de Francisco de Osona y como parte de un antiguo retablo de Valldecrist.

La dirección general de Cultura y Patrimonio de la Generalitat mostró ayer su satisfacción por la localización de estas dos tablas pertenecientes a la escuela valenciana de pintura. Eso sí, la posibilidad de reclamar o adquirir estas obras para el patrimonio valenciano está descartada. «La adquisición de obras de arte en el Museo de Bellas Artes se adopta en el pleno del Patronato del museo y se ajusta a criterios que responden a ampliar o completar la colección de arte valenciano, teniendo en cuenta las prioridades que se establezcan en cada momento y la disponibilidad presupuestaria -respondió ayer la dirección general a este periódico-. De todas formas, es aventurado plantearse la compra de estas tablas cuando desconocemos si están en venta».

Lo bien cierto es que los museos valencianos están bien nutridos de obras pictóricas y escultóricas provenientes de las cartujas y que se desperdigaron, sobre todo, tras la desamortización del siglo XIX. Del mismo Retablo de San Benito, San Bruno y San Bernardo a la que pertenecerían las tablas de San Cosme y Damián, pertenecen otras tablas que se encuentran en el Museu de Belles Arts de Castelló, el museo catedralicio de Segorbe, la Casa Museo Pinazo en Godella. También de esta obra de Francisco de Osuna es una tabla de la Virgen con el Niño y San Bernardo que está en la colección Masaveu de Oviedo, y dos tablas de San Abdón y San Senén que están en una colección privada valenciana.

En el Museo Catedralicio de Segorbe se encuentran varias obras procedentes de Valldecrist como un Retablo de Nuestra Señora de los Ángeles y de la Eucaristía (otras tablas de esta obra están en el Bellas Artes de València y en la Colección Johnson del Philadelphia Museum of Art) y un Retablo de San Martín, ambos de Joan Reixach, así como un Retablo de la Vida de María atribuido a un taller valenciano.

El Museo de Bellas Artes de València conserva varias tablas del Retablo de San Sebastián que pintó Joan de Joanes (otras piezas están en el MNAC de Cataluña), y en la Hispanic Society de Nueva York un Retablo de San Miguel atribuido a Pere Nicolau, y un Retablo de Todos los Santos atribuido a la escuela valenciana.

Estos son solo algunos ejemplos de obras de la Cartuja de Valldecrist repartidas por varios museos. Más extensa es la nómina de obras de Portaceli, en Serra, desperdigada en varios puntos del mundo. Se han identificado y localizado tablas de diferentes retablos en el Museo de Bellas Artes de Lyon, en el Metropolitan Museum de Nueva York o en la Hispanic Society, el Museo de la Ciudad de València o el Museo del Prado, entre muchos otros. Pero es sobre todo el Museo de Bellas Artes de València el que exhibe más arte procedente de Portaceli. Algunas de sus obras más preciadas proceden del cenobio, como es el Retablo de la Crucifixión de Starnina, el de San Martín, Santa Úrsula y San Antonio Abad de Gonçal Peris Sarrià o las pinturas del retablo mayor de Francisco Ribalta.

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