Picasso (Málaga, 1881-Mougins, Francia, 1973) creía que si seguía trabajando no moriría, de ahí que sus suites 347 y 156 las realizara el artista con 80 y 90 años. Y en ellas, plasmó su omnipresente obsesión por el placer corporal, por el erotismo ya tardío y convertido en voyerismo.
Así lo explicó ayer Fernando Castro, comisario de la exposición «Picasso. Modelos del deseo», que la Fundación Bancaja exhibe hasta el próximo 1 de marzo. En ella, la institución luce músculo y vuelve a exponer -después de más de 20 años- ambas series de su propiedad, consideradas por Castro como «obras magistrales» y «uno de sus grandes momentos».
En total, «Picasso. Modelos de placer» reúne 228 piezas entre grabados y linóleos pertenecientes a la Fundación Bancaja realizadas por el pintor entre 1961 y 1972, que se completan con 35 fotografías del artista tomadas entre 1944 y 1969 en su estudio y que pertenecen al Museu Picasso de Barcelona. Junto a estas piezas la Fundación Bancaja expone las series completas de Retrato de familia (1961-62) y Los fumadores (1964).
Castro habló ayer de esta muestra acompañado por el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón; la coordinadora de Dirección de Comunicación y Relaciones Externas de Bankia C. Valenciana, Isabel Rubio, y el director del Museu Picasso de Barcelona, Emmanuel Guigon.
El recorrido de la muestra responde a ejes temáticos en los que se alternan piezas de ambas suites alrededor de asuntos recurrentes en la obra de Picasso: Adán y Eva, el circo, las escenas eróticas y el burdel, las odaliscas, el pintor y la modelo (pese a que Picasso nunca pintó con modelo directamente), mosqueteros, el entierro del Conde Orgaz, retratos de mujeres, fumadores (Picasso contaba que al nacer no respiraba y fue una bocanada de su abuelo mientras se fumaba un puro el que le insufló aliento), retratos de familia, La Celestina, la Historia del Arte, Rafael, Degas en el burdel o el voyeurismo.
Las fotografías que completan la muestra están firmadas por grandes nombres como David Douglas Duncan, André Villers, Jacqueline Roque o Robert Capa. También se proyectan tres filmaciones en las que se ve a Picasso enfrascado en su proceso creativo.
La Fundación Bancaja posee una de las colecciones gráficas de Picasso más importantes del mundo, con siete series íntegras y más de 1.600 obras.
A la inauguración asistieron ayer la consellera Gabriela Bravo, los historiadores del Arte Tomàs Llorens y José Francisco Yvars, José Pedro Martínez Guerricabeitía o los artistas José Sanleón, Uiso Alemany y Monjalés, entre otros.