A orillas de un pantano se alza un edificio casi abandonado, en el que durante bastante tiempo solo han vivido algunas arañas descomunales. Después de siete años, Ángel vuelve a aquella casa y pide a sus vecinos que elijan el color con el que pintar la fachada. Esta pregunta que aparentemente desprende una generosidad extrema latirá durante toda la obra como motor dramático de una pieza en la que el dramaturgo valenciano Paco Zarzoso retrata la desolación de unas vidas distanciadas del contacto con el resto de la sociedad, y fuertemente marcadas tanto por las cicatrices que los atan a sus recuerdos más incómodos como por la crisis económica y el drama de la despoblación y de los desahucios.

El Teatre Nacional de Catalunya estrena este miércoles La casa de les aranyes, uno de los textos de madurez de Zarzoso que el TNC y el Institut Valencià de Cultura (IVC) han decidido llevar al escenario de forma paritaria. La coproducción se podrá ver en Barcelona del 22 de enero al 9 de febrero, y en el Teatre Principal de València del 14 al 23 de febrero.

Resulta singular que de los seis actores que protagonizarán La casa de les aranyes tres sean catalanes y tres valencianos (Rosa Renom, Santi Ricart, Francesc Garrido, Verònica Andrés, Àgueda Llorca y Pep Ricart), algo que para el director General del IVC, Abel Guarinos, «servirá para llevar la obra a todo nuestro ámbito lingüístico, para hacer economía de escala y para poner en valor la potencia que tenemos como territorio». El director adjunto de Artes Escénicas, Roberto García, destacó que Zarzoso es «un maestro de las palabras» y un generador de mundos y universos que hablan de la naturaleza contradictoria de los seres humanos, generando más preguntas que certezas, algo que en La casa de les aranyes se puede observar perfectamente. En la presentación ayer de la obra en Barcelona, la codirectora Lurdes Barba leyó un mensaje Zarzoso en el que éste destaca que la pieza «nació, como muchas de mis obras, a partir de un enigma y de una necesidad».