El artista valenciano Álex Francés reflexiona sobre la fragilidad de los cuerpos en una muestra que se exhibe desde mañana y hasta el 24 de enero en el Centre Cultural El Carme de València y que revisa la última década de su producción artística, una etapa de «reinvención y transformación creativa».

El director del Centre del Carme, José Luis Pérez Pont, destacó ayer durante la presentación de la muestra, titulada «Álex Francés. 2010-2020. Transcuerpo», la transformación del artista valenciano en los últimos años, desde el terreno de lo digital, a través de la fotografía y el vídeo, hasta lo material, «en su experimentación con el cuerpo, reflexionando sobre su propia fragilidad».

La exposición, que se exhibe en la Sala Dormitori, recoge un momento de cambio profundo en la producción artística de Francés hacia nuevas posibilidades de expresión como son la escultura, el tejido, el ‘collage’, las impresiones textiles o lo sonoro, ha informado la Generalitat en un comunicado.

A la presentación asistieron también el artista y el comisario de la muestra, Aramis López, que señaló que «en un momento en el que la humanidad se enfrenta a una crisis sanitaria y tomamos conciencia de la vulnerabilidad del ser humano, la obra de Álex Francés conecta con los públicos presentando unos trabajos que reflexionan sobre la debilidad de los cuerpos».

López destacó que la obra del artista valenciano desde sus primeros trabajos está marcada por la utilización de múltiples soportes narrativos y el uso de un amplio campo semántico que acerca a asuntos propios como la identidad, el cuerpo o la transcendencia.

«Los asuntos que trata en esta etapa no son, en lo sustancial, diferentes pero sí lo es la forma de abordarlos, ya que la investigación se ha consolidado de forma más sistemática, mientras que ha ido abandonando la compartimentación de la producción y desde hace algún tiempo se podría decir que elabora una única obra que se expande en distintas producciones y soportes», añadió López. Por su parte, el artista manifestó que su obra ofrece «una reflexión acerca del organismo, el cuerpo y el yo» y añadió que «también hay una preocupación sobre la relación entre cuerpo y ciencia».

Una herramienta para medir el machismo en museos

La asociación de Mujeres en las Artes Visuales (MAV) ha creado una herramienta para que los museos puedan medir el grado de desigualdad de sus instituciones y que implementarán los 16 museos que dependen del Ministerio de Cultura en un proyecto piloto.

La propuesta analiza cuestiones como la presencia de las mujeres en los fondos de los museos y su participación en exposiciones, pero también la igualdad salarial entre hombres y mujeres de sus empleados, entre otros muchas cuestiones.

MAV, que agrupa a más de 600 aristas, comisarias y otros agentes del mundo de la cultura, ha decidido crear esta herramienta ante la falta de mecanismos para medir y por tanto impulsar la igualdad en el sector de las artes visuales desde que se aprobara la ley de Igualdad de 2007.

«La ley sin un desarrollo no es suficiente, además no hay penalización por su incumplimiento. Sin una herramienta adecuada para medir a veces es difícil avanzar», explica Lola Díaz, presidenta de MAV. Los datos hablan por sí solos: los puestos directivos de la mayoría de las grandes instituciones culturales siguen copadas por hombres (77 %), igual que los patronatos y otros altos cargos de responsabilidad.

Los museos españoles siguen comprando, exponiendo y contratando mayoritariamente a hombres y, aunque algo ha cambiado desde que se aprobó la ley, el avance es pequeño, según revela el informe del Observatorio de Igualdad Género en el ámbito de la Cultura. La herramienta, cuyo marco teórico está basado en los postulados de la feminista Nancy Fraser, estará disponible en línea y a disposición de todos los museos que deseen usarla.

Analiza cinco criterios: la redistribución, la representación, la diversidad, el reconocimiento y la participación de mujeres en las insituciones.

La iniciativa es pionera, no solo en España sino a nivel internacional -solo hay un proyecto similar en Chile- y ha nacido tras un año de investigación entre artistas, expertos y agentes culturales. Por ahora se incorporarán a un proyecto piloto los dieciséis museos de titularidad pública, como el Thyssen-Bornemisza.