El director titular y artístico de la Orquesta de València (OV), Ramón Tebar, dirige mañana a la formación sinfónica en el primer concierto de abono de la temporada de invierno del Palau de la Música, tras la cancelación del director alemán Hartmut Haenchen por coronavirus.

A pesar de esta repentina suspensión, que implica abordar las obras en poco tiempo de preparación, Tebar continúa con el mismo programa anunciado, según comunicó ayer el auditorio.

El recital está compuesto por el «Concierto para violín y orquesta» de Dvorák, interpretado por la violinista Leticia Moreno, que comienza su residencia artística en el Palau, y por la romántica «Sinfonía n.4» de Schumann.

A pesar de las últimas restricciones, el inicio de este concierto se mantiene a las 19.30 horas por su corta duración, de una hora aproximada de música. El resto de los conciertos de abono de inverno, hasta el 31 de enero, están programados a las siete en punto de la tarde.

Hartmut Haenchen (Dresde, 21 de marzo de 1943) fue nombrado en 1986 director musical de la De Nederlandse Opera y de la Orquesta Filarmónica de los Países Bajos (Nederlands Philharmonisch Orkest, NPO), donde sus interpretaciones del repertorio alemán: Richard Strauss, Mozart y Wagner tuvo las mejores criticas. Tras interpretar el ciclo de «El Anillo del Nibelungo», Haenchen dejó su puesto, permaneciendo como director invitado hasta 2002, cuando renunció en protesta contra los recortes de presupuestos. En julio de 2016 fue contratado por el Festival de Bayreuth para hacerse cargo de la dirección musical de la producción de «Parsifal» y en 2018 recibió el Premio Richard Wagner de la Fundación Wagner de Leipzig.

Violinista con proyección

Tebar que inicia su última temporada antes de su renovación o sustitución al frente de la OV asume la difícil tarea de sustituir a Haenchen, en un programa donde Leticia Moreno (Madrid, 1985) interpreta Dvorák. La violinista madrileña afincanda en València està considerada una de las violinistas españolas con más proyección. Ha sido galardonada con el Premio de la Fundación Princesa de Girona -la versión «joven» del Príncipe de Asturias de las Artes- y ha actuado con las principales orquestas de todo el mundo.

Moreno, a los 6 años ya tenía claro que quería ser violinista, y cinco años después (a la edad de 11) cumplió su sueño al ser aceptada en la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid.

«Desde hace algunos años procuro investigar sobre el momento histórico en el que se compuso la obra, así como la situación personal que vivía el compositor cuando la creó. Me ayuda a la hora de salir al escenario, ya que me da más puntos de apoyo para inspirarme», aseguró en una entrevista a este periódico en 2017, acabada de aterrizar en València.