Verónica Andrés, Rosanna Espinós y Laura Pellicer son las encargadas de interpretar «Família Normal», una comedia escrita por la dramaturga Núria Vizcarro que hoy se estrena en el Teatre Micalet y que estará en cartel hasta el 31 de enero.
La comedia, la primera que dirige en solitario Pau Pons para L’Horta Teatre, habla sobre la tolerancia y la aceptación de los cambios generacionales en una familia, y de cómo los más jóvenes son herederos, y responsables, de una tradición que sienten que tienen que mantener. En un plano más metafórico, la obra trata de poner en valor, desde una perspectiva actual, nuestra herencia más genuina; la de una sociedad, la valenciana, que ha sido vendida al turismo, a las grandes superficies y a la gentrificación durante las últimas décadas.
«Existe cierta conexión entre ‘Familia Normal’ y ‘Horta’, mi anterior producción para L’Horta Teatre. En las dos existe la voluntad de hablar del espacio de la memoria y de nuestra propia tradición como valencianos. Partimos de objetos y detalles locales (una pieza tradicional de cerámica colgando de la pared o una casa de planta baja en un pueblo) para hablar en términos universales sobre la identidad de las personas y su sentimiento de pertenencia a un lugar, y sobre cómo la globalización y el modo de vida superficial y rápido que llevamos nos aleja de nuestra memoria colectiva sin darnos cuenta. ‘Horta’ trataba este tema desde el punto de vista de los niños, utilizando canciones y oficios valencianos de toda la vida. En ‘Família Normal’ nos dirigimos al público adulto con el humor como vehículo, y es una vieja casa la que representa la memoria. En una primera lectura, la obra refleja conflictos generacionales y personales entre los personajes. Pero, a un nivel más profundo, la pregunta que surge es cómo podemos reconciliar la evolución de la humanidad con la preservación de nuestra memoria como pueblo», explica la directora y dramaturga.
En la comedia, que se sostiene en diálogos rápidos y ácidos, pero en la que afloran reflexiones sobre importantes preocupaciones contemporáneas, tres mujeres de dos generaciones distintas -la madre, la hija y la tía-, y con formas diversas de ver la vida, se enfrentan a su pasado y a su futuro a través de los objetos y los recuerdos que habitan la casa familiar, que ahora tienen que vender. La perspectiva de perder el único legado familiar que les queda sirve como hilo conductor de esta comedia en la que unos personajes excesivos, pero muy humanos, protagonizan situaciones imprevisibles, hilarantes y a la vez tiernas. «’Família Normal’ ha sido un reto como dramaturga. Hemos buscado las diferentes maneras de hablar de cada uno de los personajes, el registro y vocabulario propio de cada una de las generaciones y tipos de mujer, pero no solo cómo hablan, sino de qué hablan. Hemos ido construyendo la historia, tejiendo estos personajes y articulando sus peculiaridades», explica. La obra se estrena hoy.
