El actor irlandés Aidan Turner (Dublín, 1983), conocido por «El Hobbit» y la serie de época «Poldark», se pone en la piel de Leonardo da Vinci en la serie de TVE que trata de acercarse «al hombre que había detrás de las obras maestras» y muestra abiertamente sus tendencias homosexuales. Dado que Da Vinci no dejó diarios personales ni hay demasiada información sobre su personalidad por otras fuentes, los guionistas de la serie, Frank Spotnitz (»Expediente X») y Steve Thompson (»Sherlock»), han tirado en gran medida de imaginación para componer un retrato que supere la visión arquetípica e ideal de genio del Renacimiento.

«Lo que intentamos es llegar al corazón de quién era este hombre desde un punto de vista emocional, el ser humano detrás de las obras maestras», dice Turner. «Todos tenemos corazón, emociones, inseguridades y tenemos que lidiar con el amor, la pérdida y los egos». «Pero hay gente -añade- que no quiere humanizarlo, prefiere mantener el ideal, es uno de los genios más aclamados de todos los tiempos y muchos prefieren conservarle como una figura mítica».

Turner se refiere a cierta polémica que ha levantado la serie, coproducción con la RAI y estrenada en Italia en marzo pasado, por la falta de rigor histórico.

El eje de la trama es la detención de Da Vinci como sospechoso del asesinato de la modelo Caterina da Cremona (Matilda de Angelis) y la investigación llevada a cabo por Stefano di Grimaldi (Freddie Highmore). Toda esa parte argumental es ficticia, tanto el crimen como la investigación y consiguientemente el personaje del detective. Tampoco está claro que Caterina da Cremona, con quien Leonardo mantiene una tentativa de romance en la serie, existiera realmente.»Se encontró una nota de Leonardo con una lista de cinco personas que siempre viajaban con él y Caterina era una de ellas. También sabemos que usaba modelos, parecía interesante imaginar que esta persona pudo ser una de sus modelos, ya que no hay datos reales al respecto», dice Turner.

La serie, que incluye en el reparto al español Carlos Cuevas en el papel de Salai, aprendiz y amigo íntimo de Da Vinci, muestra abiertamente las tendencias homosexuales del genio. «Puede que algunos les sorprenda pero creo que es hora de naturalizarlo», dice Turner, «hay muchas pruebas de su homosexualidad y para mi lo verdaderamente sorprendente es que no se haya mostrado antes».