"Todos somos putas", gritaba el público este viernes por la noche en el concierto de la polémica. La cantante Zahara dijo en Toledo que había "mucho miedo" en las últimas semanas y que ha recibido y vivido un "odio bestial" tras la retirada de su cartel promocional por otra imagen al ser considerado ofensivo, pero también ha dejado claro que en esos momentos siempre ha recordado por qué hizo el disco 'Puta'.

"Ojalá esas personas que se indignaron tan profundamente porque pensaban que estaba llamando puta a la virgen entendieran que esta foto es una denuncia. Una denuncia por cómo se nos exige ser perfectas, por la presión que sentimos para ser madres, por cómo se espera de nosotras que seamos unas santas y por todas y cada una de las veces que nos han llamado puta".

Estas palabras las dijo, muy emocionada, Zahara sobre el escenario, ante mil personas que han acudido a su concierto dentro del ciclo 'Toledo Alive' y tomando entre sus manos una imagen del cartel de su disco 'Puta'.

El cartel anunciador del concierto de este viernes, en el que Zahara aparece vestida como una virgen, sosteniendo en sus brazos un niño y con una banda en la que se puede leer 'Puta', el nombre de su último disco, fue retirado el pasado 11 de agosto y sustituido por otra imagen, algo que generó gran polémica porque Vox lo había pedido y porque numerosos cantantes y artistas mostraron su apoyo a Zahara.

El concierto comenzó con tranquilidad, pero el público se fue animando conforme avanzaban las canciones y a mitad de concierto Zahara habló para agradecer "todo lo que me estáis dando" y también para explicar cómo se ha sentido en estas semanas.

"A la par que he estado viviendo y sintiendo esta fuerza gracias a vosotras", señaló, "he estado viviendo y recibiendo un odio bestial que, os lo tengo que reconocer, también me ha hecho sentir muy insegura, muy pequeña muchas veces. He sentido mucho miedo muchas veces".

María Zahara (Úbeda, 1983) admitió que no todos los días tiene la energía que necesita: "He tenido muchos conciertos en los que he estado con bloqueo, con muchísima ansiedad; he querido llorar en muchísimos conciertos y en muchos otros he llorado; y hay veces que solo quería esconderme debajo de un edredón y no era nadie".

Y también ha habido días, continuó, en que se quedaba "petrificada" antes de subir al escenario y sentía "verdadero pánico" por enfrentarse a sus canciones y a todo lo que estaba viviendo.

Pero en esos momentos recordaba a una amiga, que tuvo que salir corriendo, con su hijo en brazos, porque su marido acababa de pegarle, "y cojo toda esa rabia y cojo toda esa ira y subo a este escenario y recuerdo por qué hice este disco, recuerdo por qué se llama 'Puta' y recuerdo por qué hice esa portada y recuerdo por qué llevo la marca, recuerdo toda mi historia y porqué sigue siendo necesario que se siga contando", ha subrayado.

Lamentó, en este sentido, que "cuando algunas personas utilizaron mis expresiones artísticas para llamar la atención y para agredirme pensé que las más de 150 entrevistas que hice cuando salió este disco no habían servido de nada".

Zahara estuvo muy arropada por el público en su concierto de Toledo, que aplaudió en pie durante varios minutos cuando ha hablado.

Poco después de medianoche, dos horas después de iniciar el concierto, Zahara abandonó el escenario con todos los asistentes aplaudiendo en pie. "Completamente agradecida por lo que me estáis dando. Gracias de verdad", dijo la cantante.