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La generación Z encuentra su sitio en el Rialto

«Fes-me un lloc», sobre el paro juvenil y la vida en el interior, abre la temporada en el teatro

Isabel Martí, Anna Nácher, Júlia Fortaña y Roberto García, ayer en el Principal. | LEVANTE-EMV

La generación Z -aquellos que no llegan a la treintena- protagonizan «Fes-me un lloc», producción del Institut Valencià de Cultura (IVC) que abre la temporada en el Teatre Rialto el próximo 1 de octubre y que estará en cartel hasta el día 24.

Con texto y dirección de Isabel Martí (que no es de la generación Z, pero tampoco de ninguna mucho más anterior), la pieza aborda en 90 minutos «aquellos aspectos que inquietan a esta generación de jóvenes menores de 30 años. Yo misma tenía una visión prejuiciosa sobre ellos: que lo tienen más fácil, que están más mimados, que todo les interesa menos... Y me he dado cuenta de que no es así», dijo la dramaturga valenciana durante la presentación de la obra en el Teatre Principal, donde estuvo acompañada por el director adjunto de Artes escénicas del IVC, Roberto García, y dos de las actrices de la obra, Anna Nácher y Júlia Fortaña.

Jóvenes idealistas

En «Fes-me un lloc» un grupo de jóvenes idealistas se une para recuperar la tierra y evitar la fuga de talentos, para demostrar que pueden ser adultos sin tener que renunciar al idealismo. Como era de esperar, los inconvenientes no tardan en llegar. Para todo esto, Martí ha trabajado con un elenco de diez intérpretes recién salidos de las escuelas de arte dramático o, incluso, aún inmersos en sus estudios. «Me ha sorprendido la capacidad de escucha y cómo nos han dejado explicarnos como generación», dijeron Nácher y Fortaña.

De hecho, Martí realizó una labor de «inmersión» para «entender» a estos jóvenes. No solo intercambió opiniones con los actores de su obra, sino que buceó por redes sociales, películas, podcasts, y hasta «prestaba atención a a las conversaciones de los universitarios en el tren», explicó entre risas.

«Al final -señaló la autora y directora- todos queremos lo mismo», sea cual sea la generación a la que pertenecemos. «Este no es solo un espectáculo para jóvenes, sino que los padres de los que hoy tienen 30 años se pueden ver reflejados en esos personajes, recordar que una vez ellos fueron esas personas de 20 años», dijo Martí, quien no quiso poner una sola etiqueta al género al que pertenece la obra: «tragicomedia, musical porque hay música en directo...», los géneros, según Martí, «son difíciles». Y también hay trabajo corporal, apuntó García.

Respecto a quién piden los jóvenes que les hagan sitio, las actrices señalaron que tanto a las generaciones anteriores como a las administraciones públicas en el caso de las nuevas tandas de intérpretes que salen de las escuelas de arte y que lo tienen difícil para aparecer en el cartel de los teatros públicos. Esta obra es una excepción. En este sentido, señalaron que de este modo ellas podrán «abrir las puertas a quienes vengan detrás».

«Trincheras» generacionales

Martí se unió a las palabras de las dos jóvenes actrices para asegurar que «las trincheras generacionales no tienen ningún sentido». García destacó que este tipo de producciones propias del IVC con los más jóvenes «permite crear una cantera», sobre todo en algunas disciplinas más técnicas como sonido o iluminación.

El director adjunto de Artes escénicas anunció además que el Rialto retoma la actividad «Habitem el Rialto», un punto de encuentro entre los equipos artísticos de las producciones propias y el público que asiste al teatro de la plaza del Ayuntamiento. «No solo parimos espectáculos, queremos ser activador y generar debates», concluyó.

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