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Crítica

Maskerade

E spléndido concierto ofrecido por el Quinteto de viento Carion! Por su sentido del tiempo y del espacio, por la efectiva precisión en sus movimientos sobre la escena pero, fundamentalmente, por su afecto musical sin reservas.

Si bien en castellano y en alemán, al tocar sin partitura se le denomina como «de memoria» (auswendig), en francés y en inglés lo expresan como «con el corazón» (par coeur/by heart), lo cual expresa mucho más sutilmente esa característica. Pues así es como se presentan los cinco prodigiosos músicos procedentes de Letonia y Dinamarca: sin partituras ni tablets en los atriles, con un inagotable derroche de imaginación en cada obra de su propuesta.

¿Performance, happening, kermesse? Todo eso y mucho más fue su actuación tan generosa como ilimitada y siempre con el respeto máximo por cada autor en la compleja tarea de adaptar páginas no originales pero también con una sensibilidad contemporánea para ofrecer obras con tintes más actuales. Si en las ‘Bagatelles’, de Ligeti dieron una lección de virtuosismo instrumental, con los contrastes de las cinco miniaturas (!pero qué miniaturas!) de Garrapatoso se entiende que los Carion estén presentes en los grandes festivales internacionales. Todo un acierto programado en la SFV : una delicatessen haberlos escuchado en el Almudín.

Aunque no figuraba en el programa, los Carion incluyeron las ‘Quatre pièces fácile’ (Marche, Valse, Polka y Galop) de Stravinski, las cuales fueron estrenadas en su versión original a cuatro manos, por Jose Iturbi y el propio autor, en 1919. Impecable el arreglo del trompa Palmquist.

Pero fue en su versión de la Obertura de ‘L’italiana in Algeri’, donde surgió el momento de oro aprovechando todo el humor sinfónico de Rossini y ofrecer su mejor habilidad de virtuosos. Menos convincente en el Vivaldi por la enorme distancia con las cuerdas originales.

Paganini escribió unas intrincadas variaciones sobre un tema napolitano aunque él las tituló como «El carnaval de Venecia». Los Carion jugaron con un buen meddly sobre el original ratificando que otro tipo de conciertos es posible aunque totalmente prescindible bajar el peldaño hasta el «O sole mio». Tocaba más la «Maskerade», de su compatriota Nielsen. Quizás en la próxima…

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