El FIB arrasó ayer en una recta final apoteósica de su 26º edición que hizo estallar de diversión a los miles de fibers congregados en el recinto de festivales de Benicàssim. Los accesos repletos de asistentes en vehículos o a pie, colapsando las inmediaciones, ya hacía presagiar que sería otra noche legendaria en un recinto abarrotado de jóvenes con ganas de mucho baile.

El recinto vibró con el famoso grupo de indie rock e indie pop Love of Lesbian, en una de las actuaciones más esperadas del sábado. Los catalanes fueron los encargados de abrir finalmente el escenario principal Heineken Silver, tras la cancelación de Mando Diao, la banda de indie rock y garage rock de Suecia, que estaba previsto que se subiera al escenario por la tarde, a las 19.30 horas. En un comunicado emitido por la organización a través de las redes sociales, el grupo explicó que no pudieron actuar «debido a las cancelaciones de vuelos y a la continua presión sobre la industria de viajes».

Tras el cierre de este diario llegaba el turno de uno de los platos fuertes del FIB 2022 con el show del rapero estadounidense Tyga y, a continuación, de Justice, el dúo francés de música electrónica con marcadas influencias de Rock & Roll, que estaba previsto que pusiera el ritmo de la noche hasta el cierre protagonizado por Boys Noize, en el escenario principal.

Tras el rap, la mejor electrónica

El público también disfrutó de los conciertos de Mishima, Zahara, Miss Caffeina, Elyella y Les Castizos en el Cutty Sark Stage. Mientras la banda madrileña de Carolina Durante llevó su música punk, pop e ndie hasta el escenario Shein, por donde también pasaron más tarde los componentes de We are Scientists, Gabriela, Richardson y Joel Corry. Los más marchosos lo dieron todo también bailando hasta altas horas de la madrugada en otros espacios del festival como el South Beach Club, donde sonó la música de Yahaira, Cori Matius, We are not djs y Maadraassoo.

La organización anunció en un primer balance que el recinto recibirá durante estos cuatro días del macroevento alrededor de 180.000 asistentes. El perfil del público este año es mayoritariamente nacional, de la Comunidad Valenciana, Madrid, Cataluña, Aragón o País Vasco. Gran parte del territorio nacional, aunque también hay algunos extranjeros, aproximadamente el 26% del total del público. Predominan los grupos de amigos y muchos repiten cada año. Para la mayoría de ellos el FIB se ha convertido en una de esas fiestas del año a la que no se puede faltar. Es el caso de Miguel Benavides, vecino de Benicàssim que no falta a ninguna edición, junto a amigos como Andrea Rioli, que aunque es italiano afincado en España visita con frecuencia Benicàssim por ser uno de sus destinos preferidos, junto a otros colegas incondicionales de este festival. Y es que aunque se pueden ver personas de muchas ciudades diferentes para los de Benicàssim es una cita ineludible del verano, un certamen que han visto evolucionar a lo largo del tiempo y con el que han crecido.

Es el caso también de algunos artistas, que logran cumplir su sueño de vivirlo desde la otra perspectiva, subido al escenario, como le ocurrió el viernes a Guitarricadelafuente, que terminó el concierto llorando, emocionado por actuar en su tierra en uno de los mejores festivales del país.

El macroevento ha generado más de 2.300 empleos directos e indirectos, mientras que su impacto económico estiman que será de más de 42 millones de euros.

Despedida en lo más alto

El cartel de este domingo está encabezado por la banda de rock alternativo británica Kasabian, que tiene previsto actuar a las 00.25 horas, en el escenario principal Heineken Silver. Pero el programa arrancará con Tom Walker (19.30) y seguirá con la cantante y compositora argentina Nathy Peluso (21.55 horas), con su fusión de hip hop, soul, trap, jazz, rap, salsa y swing. El grupo de Indie Español Viva Suecia será el responsable de cerrar el escenario Heineken a las 03.00.