La Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA, por sus siglas en inglés) anunció este jueves que venderá los derechos de los premios Globos de Oro a una empresa privada. A través de un comunicado la organización informó de que la mayoría de sus miembros ha optado transferir la gestión de todo lo referente a los galardones a Eldridge Industries LLC, una entidad controlada por el empresario Todd Boehly, quien ejerce de consejero delegado (CEO) interino de la HFPA desde el año pasado.

Fue el propio Boehly el que propuso que los Globos de Oro, sumidos en una crisis de reputación por escándalos de corrupción interna y malas prácticas, pasaran a manos privadas, con una oferta de compra por su parte. De esta manera, la gestión de la asociación y de los galardones irá por vías diferentes. Por un lado la HFPA seguirá existiendo como organización sin ánimo de lucro para organizar eventos, becas y otras actividades, mientras que todo lo referente a los galardones que votan sus integrantes recaerá en manos de una nueva empresa privada.

"Este es un momento histórico para la HFPA y los Globos de Oro. Hemos tomado un paso decisivo para transformarnos y adaptarnos a un panorama cada vez más competitivo tanto en las galas de premios como en el mercado periodístico", aseguró la presidenta de la asociación, Helen Hoehne. Asimismo, el comunicado avanzó que la asociación engrosará sus filas con nuevos integrantes con derecho a voto en los Globos de Oro, aunque no detalló la manera en la que los premios y la HFPA seguirán vinculados para elegir a los nominados y los ganadores.

A pesar de que Hoehne indicó en el anunció que "espera celebrar el 80 aniversario de los Globos de Oro" en 2023, por el momento ninguna cadena de televisión ha confirmado su interés en emitir esta gala de premios que fue cancelada este año tras un incesante goteo de informaciones negativas sobre sus responsables.

La NBC, que retransmitía los Globos de Oro desde 1996, decidió no retransmitir la ceremonia de 2022 después de que un centenar de firmas de publicidad, a ambos lados del Atlántico, anunciaran un boicot al que se sumaron pesos pesados de Hollywood como los estudios Warner Bros, Netflix y Amazon Studios.

El terremoto llegó después de que se intensificaran las denuncias contra la HFPA por prácticas de dudosa ética entre sus miembros, que se aprovechaban de viajes y otras oportunidades promocionales ofrecidas por los estudios de Hollywood e impedían el trabajo a otros periodistas de fuera de la organización. Pero la gota que colmó el vaso fue que, en pleno año de concienciación sobre el racismo en Estados Unidos, la asociación no tenía ninguna persona negra en sus filas. Tras la polémica, la HFPA incluyó a una veintena de nuevos miembros y se comprometió a una serie de reformas que, por el momento, no se han cristalzado en el regreso de los galardones. Sin embargo, medios especializados como The Wrap apuntan a que el nuevo propietario de los Globos de Oro tendría conflicto de intereses ya que es productor de ficciones como 'Ozark' y 'The Great'.