La segunda planta del Museu de les Ciències alberga una exposición permanente sobre la obra y contribución de Santiago Grisolía a la ciencia. Se trata de un repaso de sus logros y galardones obtenidos a lo largo de su extensa trayectoria que fueron donados al Ayuntamiento de València el 16 de enero de 2013 y que hoy, tras su muerte, cobran más relevancia si cabe al ser un reconocimiento expreso y en vida a su papel en la ciencia.
Así lo decidió el propio Grisolía para que fuera expuestos junto a las de su maestro, Severo Ochoa, y la exposición completa se muestra bajo el título "El legado de la ciencia". Con ambos se exponen también los logros de dos premios Nobel, Santiago Ramón y Cajal y Jean Dausset.
Grisolía fue un discípulo de Severo Ochoa, y participó en el descubrimiento del ciclo de la urea y cómo la citrulina participa en este ciclo, algo que le hizo merecer todo tipo de condecoraciones y reconocimientos en vida y que queda patente en esta exposición, a tenor de los objetos mostrados.
Además, su profesor, Severo Ochoa, fue Nobel por el descubrimiento de la biosíntesis de los ácidos nucleicos. Esta aportación a la ciencia fue fundamental para la genética molecular y gracias a su trabajo y al de su equipo se puede comparar el ADN de los individuos y desarrollar herramientas de ingeniería genética.