Fallida final del Premio Iturbi

"La final ha sido más propia de un certamen de tercera división que de un concurso pianístico"

Anthony Ratinov (EE UU) durante la final de los premios Iturbi.

Anthony Ratinov (EE UU) durante la final de los premios Iturbi. / ED

Justo Romero

Justo Romero

XXII PREMIO ITURBI 2023. ORQUESTRA DE VALÈNCIA. Director: Álvaro Albiach. Obras de Chaikovski y Prokófiev. Pianistas finalistas: Elia Cecino, Anthony Ratinov, Rachel Breen. Lu­gar: Teatro Principal. Entrada: Alrededor de 700 personas. Fecha: viernes, 9 junio 2023.

A la espera del fallo del jurado supremo (en la noche de ayer sábado), no es prematuro avanzar que la final del XXII Premio Iturbi ha constituido un evidente fiasco. Salvo el finalista -y seguro ganador, si no se producen sorpresas del imprevisible jurado- Anthony Ratinov, la final ha sido más propia de un certamen de tercera división que de un concurso pianístico que trata de honrar, en una gran capital musical como es València, la memoria de quien fue, es y será una de las figuras más estimables del piano de su tiempo grande, el valenciano José Iturbi (1895-1980).

Ni el italiano Elia Cecino, ni mucho menos la estadounidense Rachel Breen tienen atributos pianísticos para figurar en la final de un premio que trata de abrirse hueco entre los certámenes internacionales de verdadero prestigio (Chopin de Varsovia, Chaikovski de Moscú, Reina Isabel de Holanda; Van Cliburn de Texas o el concurso Long-Thibaud-Crespin de París, por citar solo algunos). Finales como esta, de tan discreto nivel, no hacen sino distanciar aún más al concurso valenciano de ese cuadro de honor. 

Elia Cecino interpreta su repertorio de la final de los premios Iturbi.

Elia Cecino interpreta su repertorio de la final de los premios Iturbi. / ED

Anthony Ratinov, estadounidense de origen ruso, ha sido el único finalista digno de esta condición. Mostró clase, estilo, dominio técnico y prestancia solista en su lírica y también incisiva versión del Tercer concierto para piano de Prokófiev. Disfrutó del acompañamiento de una gris y destemplada Orquestra de València que no tuvo precisamente su mejor día. Álvaro Albiach, principal director invitado de la formación, concertó solista y orquesta con su probada solvencia y disposición. Tanto el italiano Elia Cecino como la estadounidense Rachel Breen optaron para tan insospechada final por el Primer concierto para piano de Chaikovski, obra de exigencias artísticas y técnicas que desbordan por activa y pasiva las párvulas posibilidades de ambos intérpretes. Uno y otra se las vieron y desearon para llegar decentemente al final de una composición que les viene grande por los cuatro costados. Obviamente, en absoluto consiguieron cerrar dignamente sus frustradas actuaciones, en interpretaciones muy verdes en las que pasó de todo: desde pérdidas de memoria, a montones de notas falsas, roturas del pulso métrico, precipitaciones, despistes y, sobre, la evidente bisoñez de unos medios que distan de la maestría imprescindible para abordar profesionalmente, en un concurso con ambiciones de grandeza, una pieza de estas características.

Rachel Breen (EE UU), una de las finalistas de los premios Iturbi.

Rachel Breen (EE UU), una de las finalistas de los premios Iturbi. / ED

En buena lid, y a tenor de lo escuchado en tan decepcionante final, ninguno de estos dos párvulos chaikovsquianos merecerían más que algún generoso premillo de consolación. Desde luego, ni el segundo ni tercer premios. El crítico se moja y apuesta por su propio veredicto: Primer premio, desierto; segundo premio: Anthony Ratinov; tercer premio: desierto. Pero… ¿qué decidirá el jurado? El crítico se moja de nuevo: pues acaso la solución más simple, confortable e ingenua: Primer premio. Anthony Ratinov; segundo premio: Elia Cecino; tercer premio: Rachel Breen. ¿Será o no será adivino el crítico? Aunque con este jurado, podría incluso ganar hasta Elia Cecino. Esta crítica quedó sentenciada ayer sábado, a las 11:28 hs, horas antes de que el jurado haga público su fallo. ¡Veremos!

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