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El triunfo de Manzanares y Tomás Rufo en las Fallas 2023Germán Caballero

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Tomás Rufo, madera de figura grande

El torero toledano pasea una oreja del mejor ejemplar de Jandilla y pierda la puerta grande en el sexto tras una tarde de madurez y fondo de torero en la que molestó mucho el viento

La serie de rodillas que Tomás Rufo le enjaretó al sexto de la tarde tuvo el aroma de una figura grande. Dejó unos derechazos de hinojos extraordinarios por temple, por hondura y, sobre todo, por la lentitud que imprimió en cada uno de ellos. En ese momento, la plaza estalló volcánica, en un clamor de emoción que ratificó que el torero de Pepino (Toledo) había entrado definitivamente en València.

Y lo había hecho con ese clasicismo que se revelaba como el canon más puro de la belleza del arte del toreo. Sin careos a la galería. Ni histrionismos. Todo absolutamente fluido y natural. Con ese anhelo súbito de igualar el pensamiento con la vida. Y, sobre todo, con un fondo de temple que en él es innato. Porque el temple es esa capacidad que tienen algunos pocos toreros de torear con más lentitud que los demás. Y ahí marcó la diferencia Rufo.

En ese sexto, el joven toledano, de apenas 23 años, toreó con una madurez impropia de su edad. Cargando la suerte sin avanzar mucho la pierna para no despedir la embestida del toro exageradamente hacia afuera, tal como hizo Manzanares. Fue una faena exacta de técnica, estética y sentimiento. Muy cosida y ligada con un toro que tuvo bondad y cierto fondo a pesar de su endeble condición.

Dejó la muleta colocada para fijar al toro, redondeando cada muletazo hasta atrás de la cadera, y enamoró a Valènciacon ese toreo puro por el pitón derecho. La espada se llevó la puerta grande, pero Rufodejó en el ambiente que tiene condiciones para ser una figura grande y cayó de pie en su debut como matador de toros en València.

El triunfo de Manzanares y Tomás Rufo en las Fallas 2023

En el tercero de la tarde, Rufopaseó una oreja de ley, que bien pudieron ser dos si el presidente hubiese atendido a la petición del público. Ese ejemplar, de nombre “Ilusionista”, fue el mejor del encierro de Jandilla por su prontitud, fijeza y codicia. Y el joven toledano planteó la faena en los medios a pesar del terrible vendaval y tras brindar al público. La clave de llegar tan eléctricamente a los tendidos estuvo en el número de muletazos que daba en cada serie y en su trazo larguísimo. Hasta ocho se llegó a contar en una. En la mayoría de series, más de cinco pases. Y en ellas, la muleta volaba mecida por su muñeca prodigiosa.

Esa figura fundida en una trenza larga y revuelta de muletazos creaba una atmósfera mágica con el toro. Una poderosa sensación de vida. La faena fue un conjunto de toreo profundo y hondo, armónico. Le sonó un aviso antes de abrochar su quehacer por manoletinas. Pero no importó. Un espadazo efectivo puso el triunfo en sus manos. El toreo de Tomás Rufo cala como ese aroma penetrante a jazmines y rosas en primavera, aunque la humedad y el frío ayer se sentían hasta en los huesos.

El cartel traía aires de tambores de guerra con tres toreros que habían sido capaces de elaborar en Valènciauna gran expectación, ese idioma excéntrico con que se describe el misterio único del toreo. Se rozó el lleno en los tendidos.

La faena de El Juli al cuarto de la tarde merece alta atención. Técnicamente prefecto, tremendamente ambicioso. La fuerza de su concepto brota de la belleza de su lidia. Y todo ello con veinticinco años de alternativa. Perdió el premio con los aceros. En su primero, que brindó al cielo en memoria de Daniel Ruiz, no tuvo suerte.

Manzanares cortó una oreja en el segundo de la tarde tras torear esbelto y erguido en una faena llena de armonía a pesar del temporal. Pero también es verdad que se muestra como un torero aburguesado, sintiéndose ya figura, y ha dejado volar demasiado pronto su ambición, clave en sus inicios. Abusó demasiado del toreo periférico y, tal y como pasó el jueves, no hubo apreturas. La faena al quinto tuvo mucho mérito por el viento y también perdió la puerta grande por la espada.

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