Efe, Madrid

Portugal e Italia esperan asegurarse mañana su presencia en el Mundial con victorias ante Liechtenstein y Eslovenia, en una jornada que presenta finales no sólo para España, sino para Francia e Inglaterra. Que el fútbol europeo está en crisis es un hecho. No es sólo que la actual campeona continental, Grecia, tenga escasas posibilidades, siquiera, de acudir a la repesca, o que a la final de la Copa de las Confederaciones llegasen dos selecciones sudamericanas, sino que no existe un solo equipo en el que fijarse, porque hasta los tradicionalmente favoritos están penando para asegurarse su presencia en Alemania. Que la única selección europea clasificada de antemano sea Ucrania da una idea del desconcierto en el que se encuentra el fútbol más rico del mundo. Si Francia pierde en Suiza, puede quedarse fuera de la repesca. Inglaterra es probable que pase directamente como campeona o como uno de los mejores segundos clasificados.