Adrián Campos parece que salió tan escaldado de su aventura en la Fórmula 1 que no quiere ni oir hablar de la máxima categoría del automovilismo mundial. Es más, asegura que ha iniciado "una cruzada para demostrar que hay un mundo fascinante fuera de la F1". Tras un año lejos de los circuitos, Campos ha reflotado su escudería, que en 2011 participará en las AutoGP de monoplazas con tres pilotos (su hijo Adrián, Marco Barba y el británico Jon Lancaster) y en el campeonato de turismos Superstar Series con otros dos (Sergio Hernández y el turco-español Isaac Tutumlu). Además, el alcireño anunció que en sus planes futuros está competir en las Le Mans Series y las 24 horas de Le Mans.

Adrián Campos logró en 2009 una plaza para correr el Mundial de Fórmula 1. Su sueño durante media vida se había cumplido. Sin embargo los problemas económicos ahogaron el proyecto y el malagueño José Ramón Carabante salió al rescate del equipo, lo compró y lo llamó Hispania Racing Team. El alcireño, que había hecho lo más difícil -desarrollar un proyecto creíble-, tuvo que abandonar dolido su aventura. Luego vendió las pocas acciones que le quedaban y pasó todo 2010 rumiando en casa qué hacer en el futuro.

Al final, la tentación de las carreras ha convencido de nuevo a Campos para regresar con su escudería, Campos Racing. La Fórmula 1 es pasado para el alcireño y un negocio que en España, afirma, puede tener fecha de caducidad. "En España existe mucho interés para hablar de Fórmula É Las inversiones son muy altas y a veces no se justifica la repercusión. El día que Fernando Alonso no esté en la Fórmula 1, la audiencia puede desplomarse", aventuró el valenciano, que sabe bien de lo que habla. Él guió al piloto asturiano hasta el "gran circo", que hasta entonces era un gran desconocido en España. Todo el mundo señala que la F1 es un negocio en España que depende demasiado de los resultados de Alonso. De hecho en Valencia sueñan con las victorias del piloto de Ferrari para intentar vender más entradas de cara al GP de Europa.

Al margen de la F1, Campos se ha centrado en la AutoGP y las Superstar Series. En el campeonato de monoplazas confía en el talento del saguntino Marco Barba, actual campeón de España de Fórmula 3, en el británico Jon Lancaster y en su hijo Adrián, quien aclaró que su regreso a Europa es temporal: "Mi intención es hacer carrera en Estados Unidos". Allí se gana bien la vida. El objetivo, con los tres pilotos, es ganar el título. Precisamente la elección de AutoGP fue porque, según Adrián Campos, "es un campeonato profesional, donde los pilotos se pueden ganar la vida. No es un campeonato de promoción como GP3 o GP2É Yo ya no quiero aguantar a más padres de pilotosÉ"

En Superstar Series el objetivo también es ganar, aunque tras las dos primeras carreras del campeonato las cosas no han ido muy bien. "Tenemos que desarrollar por completo el BMW. Estaremos arriba". El valenciano Sergio Hernández y el turco-español Issac Tutumlu defienden los colores de la escudería valenciana, a la que en las dos últimas carreras podría unirse el exmotociclista Sete Gibernau, como ya ha venido explicando Campos.