Por tercera vez consecutiva, el entrenador del Levante, Juan Ignacio Martínez (JIM) acudía a la rueda de prensa tras disfrutar de la victoria de su equipo. Él técnico, tan poco dado a euforias, reconocía que "eso sí que es verdad" y lo achacaba al "esfuerzo", tras lo cual indicaba que "nueve puntos es un bagaje muy importante, sobre todo por la autoestimo y por cómo se ha transformado la victoria".

El entrenador alicantino tildaba a la victoria como "más que trabajada" y admitía que, por momentos, habían tenido "golpes de suerte" porque el Espanyol se había podido "adelantar" en varias fases del partido.

Preguntado por lo poco habitual de que al Levante le piten dos penaltis, aseguró que "las decisiones arbitrales que se toman son valientes pero hoy han sido claras y en una tenemos la fortuna de dejar al rival con diez". Pese a ello, JIM no tenía problemas en admitir que el Espanyol "siguió manejando el partido. Vienes de jugar contra el Madrid y el Rayo y no puedes atormentar al futbolista con videos y demás, sabíamos que íbamos a pasar apuros y así ha sido y en fases del juego nos ha superado", confesaba.

JIM agradece el estar en zona de Liga de Campeones pero sabe que es "una anécdota". Por otra parte, destaca el apoyo de la grada: "En el momento que el equipo estaba mal, cómo ha tirado la afición. La afición tira de los jugadores y esa fortaleza se la da al equipo para salir adelante". Hoy por hoy, se siente "tremendamente feliz" por estar con once puntos y destaca también los pocos goles (tres) que lleva encajados Gustavo Munúa: "Eso dice mucho del soporte defensivo. A partir de esas decisiones que los jugadores toman. El tema de adelantar la línea y atrasarla es mérito de los jugadores".

Para el futuro, JIM espera que "no hayan picos de sierra, que no dejemos de sumar durante mucho tiempo". Y sentencia: "Once puntos de cuarenta y tantos que necesitamos es para irnos y tomar una buena cena".