Como entrenador, confiesa, que la peor crítica que se le puede hacer es afirmar que su equipo «no sabe a lo que juega» y que «carece de identidad». También equipara a un equipo a un jarrón de porcelana, porque es «algo muy valioso» que «cuesta mucho tiempo de crear y que se puede romper al primer golpe de mala fortuna». Estas son algunas de las reflexiones que Unai Emery plasma en el libro «Mentalidad ganadora». Un manual, editado por Temas de hoy, en el que desvela «los secretos» para lograr el éxito. En el libro, Emery comparte autoría con Juan Carlos Cubeiro, profesor universitario de liderazgo y especialista en proyectos estratégicos para grandes empresas.

En pleno bache de resultados y juego, y con su figura como epicentro de las críticas, el técnico afirma que «la mala racha es fruto del estrés compartido» y considera que construir un equipo ganador es cuestión de comprometerse, comunicar, confiar, contabilizar y concretar.

Emery y Cubeiro, con un enfoque práctico, instruyen sobre la forma de detectar el talento, hacer mejorar a un profesional, presentar los objetivos, resolver conflictos entre compañeros, cambiar una mala racha, prescindir del que no vale, gestionar el ambiente del grupo, celebrar los éxitos y darles valor y liderar a los jefes.

El vasco, que se declara admirador del psicólogo deportivo argentino Marcelo Roffé, explica que la mentalidad ganadora, título del libro, «no es la que le hace ganar siempre, sino aquella por la que tu siempre piensas en ganar». Así señala a la competitividad, confianza y compostura como las claves para ser ganador. «El ganador da un paso al frente. El perdedor espera que otros lo den. El ganador contesta entre la multitud y el perdedor se calla. Y quiero a los que piensan y ejercen de ganadores. Se trata de ganar y de ganar bien, venciendo y convenciendo», reflexiona. Con fama de «blando» —de lo que se defiende con un «no me gusta poner multas ni castigar a nadie»—, sostiene que «preparado, decido y ejecuto. Si sale mal, aprendemos y corregimos. Si sale bien, repetimos. Así de simple», sorprende.

En el primera parte del libre, se retrata la figura de Emery, su carrera y las características de una Liga calificada de «bipolar». En la segunda, explica su método basado en el espíritu de equipo, la mentalidad ganadora, la gestión de la energía o el equilibrio entre razón y emoción. En las últimas páginas ensalza a Manuel Llorente, al que califica de trabajador y ambicioso.