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El hotel en el que, en abril de 2011, se hospedó Fernando Gómez, en el centro de Tiflis, era el mismo al que llegó 27 años antes, en 1985, con ocasión del Mundial sub 20 en la extinta URSS. Esta vez el motivo de la expedición era distinto. Un antiguo compañero de colegio, Alberto Domingo, responsable de la firma CM de Ingeniería, había participado en el proyecto de construcción del nuevo parlamento georgiano, que desplazó su sede de la capital a Kutaisi. La obra, compuesta por una bóveda de acero y vidrio de 8 pisos de altura y 150 metros de longitud por 100 de ancho, se inauguró con motivo del 20 aniversario de la independencia.

En una de las charlas de Domingo con Vladimir Vardzelashvili, ministro de Juventud y Deporte, salió el nombre de Fernando. Vardzelashvili, político joven -acaba de cumplir 33 años-, acérrimo seguidor desde niño y del fútbol europeo y de la Liga española en particular -no esconde sus filias madridistas-, conocía la trayectoria del Valencia y conservaba un grato recuerdo de las etapas de Fernando y Rubén Baraja.

Así fue como se organizó el primer encuentro informal entre Fernando y el gobierno georgiano. En el aeropuerto de Tiflis una nutrida representación mediática dio la bienvenida a Fernando, que repartió un par de impresiones en inglés antes de su encuentro, cara a cara y sin otras terceras personas, con Vardzelashvili. Se habló de fútbol y de las enormes posibilidades de crecimiento de este deporte en una región emergente. Los contactos siguieron durante el año posterior, incluso en Londres, con motivo de la final de la Liga de Campeones entre el Barcelona y el Manchester United, hasta que el pasado 2 de abril, Fernando firmó un contrato de dos años para asesorar al ministerio de Juventud y Deportes en la creación de para la formación de jugadores y entrenadores, tanto a nivel de selecciones como en las escuelas públicas, y mejorar las instalaciones. "Es un proyecto a largo plazo, que trabaja en la base y que tardará varios años en ver sus frutos", comenta Fernando a Levante-EMV. El exjugador y exdirectivo del Valencia reconoce que no es un gran conocedor de la selección a la que hoy se enfrentará España, en el primer partido clasificatorio para Brasil 2014, pero que en "la quincena de viajes" a Georgia ha seguido la evolución "de las selecciones sub'14 y sub'17". Un proyecto que, paradójicamente, dista de la tendencia en Rusia y otras repúblicas exsoviéticas, en las que el mecenazgo de los oligarcas que hicieron fortuna con la venta de las riquezas nacionales de la URSS se ha centrado en la elite, y en proyectos acelerados como el del Anzhi de Majachkalá, que a razón de 20 millones de euros al año ha convencido a Samuel Eto'o a jugar en una zona bélica como Daguestán. El fallecimiento en 2008 del magnate Badri Patarkatsishvili, expresidente del Dinamo de Tiflis, dejó a la república sin grandes inversores privados.

El gobierno georgiano está satisfecho con el trabajo de Fernando, en proyectos concretos como el curso intensivo de doce semanas de formación de entrenadores y en el que participaron más de treinta entrenadores. De hecho, se ha abierto la posibilidad de realizar "tres o cuatro proyectos más" que no se han ejecutado a la espera del resultado de las elecciones presidenciales de octubre.