Pellegrino respira, los jugadores sonríen y la afición disfruta. Es lo que tiene ganar. En el fútbol esa es la línea que separa el pesimismo del optimismo. En estado superlativo. El Valencia recuperó a Fernando Gago y, con él, el juego y el criterio. La presencia del argentino sirvió, entre otras cosas, para rearmar futbolística y anímicamente a un equipo que andaba en las ultimas jornadas hundido y sin rumbo a seguir. Y el estreno liguero de Vicente Guaita permitió, por fin, acabar un partido con la portería intacta. Y es que, sorprendió la alineación de Guaita. El técnico, que se vanagloria de contar con dos grandes porteros, trasladó su confianza al valenciano para mandar a Alves al banquillo y tratar de dar normalidad a una situación que desagrada a los guardametas. Lo que logró, sin quererlo, fue dejar en evidencia que los errores se pagan y que no saber mantener cerrada la portería en las cinco jornadas anteriores tiene un precio. Y así lo encajó Alves. Guaita, si esa es la exigencia, será titular en el derbi contra el Levante.

El nuevo Valencia, el que se mantiene concentrado y no comete errores infantiles, con los goles de Feghouli y Viera, sumó tres puntos que ayudan a preparar con más tranquilidad y confianza el partido contra el Lille.

El jugador que nunca se esconde

Es Feghouli el jugador con el que cualquier técnico querría contar. El argelino es un todoterreno que suple sus carencias técnicas con un pundonor que eclipsa cualquier defecto. Ayer, en la tarde de las urgencias, Soso fue el encargado de minimizar ansias, marcar el primer gol y convertir en plácida la tarde porque el Valencia, con Fernando Gago sobre el césped, es un equipo diferente. El argentino es la batuta del equipo de Pellegrino: controla, dirige, manda, toca el balón, se ofrece, protesta... Es el corazón del equipo y éste late al ritmo que él marca. Una bendición y un problema ya que, como se ha visto en los últimos partidos, sin el argentino el equipo vive en el desorden. Todo lo contrario que en la tarde de ayer. El tempranero gol de Feghouli anestesió la crítica de Mestalla, permitió al equipo reencontrarse con la autoestima perdida y, con ventaja en el marcador, mejorar línea por línea. Porque en la primera parte, con el juego controlado por el omnipresente Gago, el partido se transformó en un entrenamiento para preparar el debut europeo en Mestalla contra el Lille „ que llegará tras perder con el Rennes 2-0„.

Y es que, en la semana de la autocrítica y las ansias, alguien debía actuar de salvador para rescatar al equipo de su sufrimiento e insuflar optimismo para enderezar un rumbo que debe conducir a la parte alta de la clasificación. Un optimismo que disparó Jonathan Viera. El canario, con el balón en los pies, es puro desparpajo aunque le cuesta más defensivamente. Y su descaro le lleva a ser un peligro para el contrario. Sin embargo, y con el 2-0 en el marcador, es cuando más sufrió el Valencia. Primero fue la lesión de Pereira „que, en un penalti claro que no quiso ver Pérez Montero, se hizo daño en la pierna derecha y acabó pidiendo el cambio„ y luego la rigurosa expulsión de Feghouli lo que despertó al Zaragoza. El equipo de Jiménez, con uno más sobre el césped, se volcó sobre el área de Guaita pero la victoria ya estaba bien atada.

Pereira es duda por un golpe y Costa sufre una rotura fibrilar

Las lesiones se están convirtiendo en una losa para el equipo. Y, parece, va por líneas. Si primero era el centro del campo en el que se acumulaban las ausencias, ahora el gafe se centra en la defensa. Ayer, Joao Pereira se retiró lesionado por un fuerte golpe en el cuádriceps pero, tras examinarlo, los médicos confían en que pueda jugar el martes. No obstante, el lateral derecho se marchó de Mestalla contrariado, con mucho dolor y hoy será evaluado en Paterna. Jonathan Viera también recibió un fuerte golpe en la cadera pero éste, salvo contratiempo, no le impedirá estar disponible para jugar contra el Lille francés.

En el caso de Ricardo Costa, el central deberá estar tres semanas de baja. El defensa sufre una microrrotura fibrilar de medio centímetro en el gemelo interno de la pierna derecha, y los médicos estiman que deberá estar, como mínimo, tres semanas de baja „el jugador, sin embargo, está convencido de que podrá reducir este tiempo„. Y es que, tras las pruebas a las que se sometió ayer, los servicios médicos confirmaron que tan sólo se trata de una rotura de fibras, descartando así la acumulación de líquido en la misma zona afectada. El portugués, que ayer acudió Mestalla a ver al equipo sin necesidad de apoyarse en muletas para caminar, volverá a ser examinado en el plazo de una semana y, en función de su evolución, se precisará el tiempo exacto que estará de baja.