El derbi de la ciudad de Valencia alcanza su madurez, en la tercera temporada consecutiva que el Levante UD milita en Primera. La confrontación entre los dos conjuntos ha adquirido los tintes que se le presuponen a toda rivalidad de fuste, con confrontaciones que, si bien se han decantado en su mayoría del bando valencianista, cada vez se antojan más igualadas. Las polémicas y los resultados ajustados han alimentado el sentimiento de un derbi que comienza a asemejarse a otros con más bombo y tradición.

La última década ha revivido un derbi que se fue marchitando a lo largo del siglo XX, debido a la prolongada ausencia del club "granota" en la élite que dejaron casi en el olvido los feroces partidos en los años 20 y 30 del Valencia contra el Levante FC y el Gimnástico, los dos clubes que después de la guerra civil dieron nacimiento al moderno Levante UD. En los años 60, y con el histórico ascenso levantinista, la rivalidad tomó un nuevo impulso, que decayó con la posterior travesía por el desierto de la entidad levantinista hasta el año 2004, con el ascenso en Jerez del equipo entrenado por Manolo Preciado.

Si bien Levante UD y Valencia no llegan en su mejor momento de juego, con un inicio de temporada marcado por la irregularidad, será la primera vez en toda la historia que ambos contendientes lleguen a la cita disputando competiciones europeas. Una circunstancia que en esta temporada sólo se repetirá en el derbi madrileño entre el Real Madrid y el Atlético. Una agresiva campaña de renovación de abonos, con precios rebajados a la mitad, ha permitido estirar la masa social del Levante UD a los 16.000 socios, cifra récord. El Valencia ha notado los estragos de la crisis económica y, de manera colateral, el dominio abrumador de Madrid y Barcelona con un descenso que deja el número de abonados en 35.000.

Una generación de derbis

Toda una nueva generación de aficionados ha crecido acostumbrándose a tener que convivir con el derbi. Desde la campaña 2004/05 se han disputado un total de diez derbis en liga, con un predominio valencianista. El conjunto de Mestalla ha vencido en cinco ocasiones, mientras que se han empatado cuatro derbis y el Levante UD ha salido victorioso una vez, con el 4-2 del curso 2006/07. Los partidos arrojan un saldo de 16 goles valencianistas por 7 del conjunto azulgrana.

Como curiosidad cabe apuntar que el Valencia ha encontrado más facilidades para ganar en Orriols que para imponerse al Levante UD en Mestalla. Como prueba, el equipo "granota" ha resistido en sus últimas tres comparecencias en Liga, con tres empates seguidos (0-0, 0-0, 1-1). De esas igualadas, las dos últimas fueron especialmente significativas. El 0-0 de la temporada 2010-11 certificó la salvación levantinista, con un jugador menos durante más de una hora. En las tablas del año pasado el Levante UD, en el mejor momento de su historia, desperdició una gran oportunidad de vencer por primera vez en Mestalla contra un Valencia con aroma de cambio de época.

En cambio, los nervios han atenazado en exceso al Levante UD en su feudo y el Valencia ha solventado con su teórica superioridad la mayor parte de enfrentamientos. Destaca el 1-5 de la temporada 2007/08, con triplete de David Villa, o el 0-2 de la campaña pasada, que frenaba el mejor arranque en Liga del Levante UD en su centenaria historia.

Los goles de Mista y Mata

Para la memoria quedan, también, momentos polémicos. El 8 de enero de 2005 un "gol fantasma" de Mista dio la victoria al Valencia por 2-1 y todavía se discute si la pelota blocada por Juan Luis Mora, meta levantinista, había traspasado por completo la línea de gol. Seis años después, un tanto de Mata en el límite del fuera de juego dio la victoria al Valencia en el Ciutat de València.

Entre los momentos que más se recuerdan, la sorprendente irrupción del Levante UD en la 2006-07, con los goles de Riga y Salva en diez minutos, o el maravilloso disparo de rabona de Pablo Aimar que rebotó en el poste y se paseó por la línea de gol sin llegar a entrar, en el 0-0 en Orriols del año 2004/05. La afición levantinista ya vela armas de cara a un derbi que considera el gran partido del año. El valencianismo, que valora el crecimiento "granota", comienza a sentir al Levante UD como un incómodo rival.