El nombre de Lionel Messi empieza a ser sinónimo de polémica tanto como de gol. Una «casa-balón» diseñada para el astro argentino por el arquitecto valenciano Luis de Garrido disparó la admiración el pasado juevespor lo innovador de su diseño. También por el lujo y el «glamour» que desprendían las imágenes. En realidad se trataba sólo de un proyecto universitario, dentro del programa «33 BIP. VIP», que llevan realizando desde hace tres años y medio varios arquitectos y profesionales, junto con los alumnos de postgrado del programa de Máster Avanzado en Arquitectura Sostenible y Bioclimática (Master M.A.S.), en España, Estados Unidos y Sudamérica. En total existen unos 70 profesionales involucrados en varios países. Shakira, Ferran Adrià, Barack Obama, Angelina Jolie y Brad Pitt o Pau Gasol fueron algunas«de las 33 personas más influyentes del planeta» que estos «aprendices» de arquitectos tomaron como inspiración para desarrollar hipotéticas mansiones de futuro. Todas ellas ecológicas y modélicas, con el sello «sostenible» y «bioclimático». Amancio Ortega, Angela Merkel, Beyoncé, Bono, Carolina A. Herrera, Ken Follet, Lady Gaga o Vladimir Putin figuran entre los destinatarios, al igual que Messi.

De Garrido asistía ayer «incrédulo y preocupado» a la vorágine informativa desatada «por un malentendido». Desde México, donde anda desarrollando unos encargos, no acababa de entender por qué «dos años después de enviar el documento al representante de Messi» trascendía ahora el tema. «No quiero enojar a la familia de Messi, pero tampoco quiero quedar como un tonto en todo eso», trataba de aclarar. A nadie se le escapa la reacción airada del padre del jugador, que incluso amenazaba con emprender acciones legales, si de Garrido no aclaraba lo sucedido. La familia del argentino trata, por todos los medios, de salvaguardar la imagen del delantero, algo maltrecha tras sus problemas con el fisco.

El edificio gestado para Messi es una construcción en forma de diez el dorsal que luce tanto en el Barça como con Argentina, con amplias zonas de césped y una gigantesca piscina. «Es algo construible, como todo lo que plasmamos en papel. A Messi se lo regalamos hace ya dos años, a través de su representante», explicaba de Garrido, quien además incidía en que no estaba emplazado en el barrio de Pedrables. «Lo imaginamos en Sant Andreu de Llavaneres, hasta eso está mal en todo lo que ha trascendido. Quiero que quede muy claro que todo esto obedece a una gran confusión, que nosotros tenemos un prestigio y que se trataba de una investigación muy seria», trataba de explicar este valenciano, conocido por propugnar una arquitectura de líneas muy modernas pero buscando una integración con los elementos de la naturaleza. «Esto no tiene ningún misterio, hemos dado más de veinte conferencias sobre esta iniciativa. No sé de dónde surge ahora ni el origen, ni el morbo», lamentaba.