Jonas no atraviesa por su mejor momento anímico. Su cara lo delata aunque trata de esforzarse en mostrarse sonriente. Aún así, y tras varias semanas escabulléndose de la prensa para no dar explicaciones al respecto, ayer dio la cara para asegurar que está «fenomenal». «Muy contento» respondió sin querer ahondar en ello. El brasileño, que asegura no sentirse señalado por Djukic cuando tras anunciar que iba a alinear «currantes» lo dejó en el banquillo, y el consejero Bonmatí cuando exculpó a Djukic de la mala trayectoria del equipo porque «él no falla los penaltis», cuando Jonas había errado contra el St. Gallen, aseguró que es el momento de olvidarse de las declaraciones de unos y otros y anteponer el bien del equipo porque el grupo está «en un momento difícil». «Lo más importante es el club y cambiar la dinámica, cuando esto ocurra, no se hablará de lo demás», sostenía tras definirse como «un trabajador» con «personalidad». «Los que estamos aquí somos trabajadores y debemos cumplir las órdenes. En cada partido el míster tiene la decisión de elegir a los mejores», incidía al ser preguntado por sus últimas ausencia de las alineaciones de Djukic. «La temporada es larga y, si queremos aspirar a todos, necesitamos de todos», avisaba.

La receta para superar el mal momento de juego y resultados es, para Jonas, mejorar en «intensidad y concentración». Así, asegura que «la calidad no gana partidos» y que el equipo «debe correr mucho más». El primer examen es contra el Elche, un equipo que exigirá al Valencia «atención». «A veces, marcamos un gol, nos relajamos un poco y el rival nos acaba ganando. Hay que evitar acabar sufriendo», advertía.