La atleta panameña Rolanda Bell quedó eliminada ayer en la primera ronda de los 3.000 obstáculos de los Mundiales de Pekín aunque dejó a su paso una de las imágenes más curiosas del torneo al protagonizar una espectacular caída en la que se zambulló de cabeza en la ría. «Estoy muy decepcionada, porque nunca antes había caído. No sé si fueron los nervios, pero mis pasos iban fuera de sitio y fallé en el salto», admitió la panameña al terminar la carrera.

Bell, de 27 años, llegó a Pekín «muy en forma», habiendo corrido esta temporada en 9:47.16, su mejor marca de siempre, aunque su tropiezo hizo que finalizara la última de su serie con un tiempo de 10:33.78, el peor registro de todas las participantes, el que tuvo que emplear en salir del agua y reannudar la carrera. «Sabía que iba a ser difícil pasar por mi mejor marca, pero mi objetivo era intentar conseguir la mínima olímpica», explicó la atleta, de padre panameño y madre estadounidense.

Rolanda tiene una marca más que estimable en carreras de fondo (acreditó este año 1.16:01 en el medio maratón de Brooklyn), pero con su mejor marca no habría tenido acceso a la final de obstáculos.

Las caídas forman parte inherente de las pruebas de 3.000 obstáculos, aunque no suelen ser habituales las lesiones graves. Las caídas suelen producirse en los primeros momentos de las carreras, cuando los corredores marchan en grupo y acometen a la vez las vallas o en el tramo final, cuando las fuerzas ya van menguando.