¿No le parece un poco raro ganar la liga en febrero?
Es atípico. En seis años en Atenas llevo seis ligas consecutivas y algunas las hemos ganado antes de la última jornada, pero nunca en febrero. Es extraño ganar a falta de cinco jornadas para el final.
Y con una victoria gracias a dos goles suyos...
Ha sido una temporada difícil porque no ha sido la que más he jugado (6 partidos). Era importante poder jugar y, sobre todo, marcar esos dos goles que dan el título.
¿Por qué ha tenido menos minutos este año?
Decisiones técnicas. Ya me quedé fuera de la lista de la Liga de Campeones y de la Liga Europa. Son cosas del fútbol, el entrenador „Marco Silva„ confía en otros compañeros y has de trabajar para recuperar su confianza. Ahora, en el final de liga ha confiado más en mí.
¿Qué le queda todavía por ganar en Grecia?
Después de seis ligas y tres copas me hubiera gustado poder pasar más fases de la Liga de Campeones. Olympiacos se merece algo más y algo mejor en Europa.
¿Qué significa para usted portar el brazalete de capitán del Olympiacos?
Soy el jugador con más temporadas en el equipo. Soy capitán desde hace tres temporadas y se lleva con mucho orgullo porque es una responsabilidad grande. Pesa ser el capitán del mejor equipo del país cuando sales al terreno de juego.
¿Ya es un griego más?
Me dicen que ya no soy valenciano, que soy un griego más. Me quedo con el cariño que recibo. He conseguido que la gente me quiera y me respete. Estar en el campo y que coreen tu nombre durante un partido no se paga con dinero.
¿Por qué decidió marcharse en el verano de 2010?
Tenía contrato en vigor en el Villarreal y no quería salir. Fue una propuesta directa de Ernesto Valverde, que me llamó personalmente para decirme que necesitaba un jugador de mis características. Me costó decidirme, pero acepté y ya llevo seis años. Han sido los mejores de mi carrera, en los que más he disfrutado, en los que he jugado en Europa... Olympiacos es el club que más me ha dado.
¿El fútbol griego sigue en crisis?
Se nota el bajón, por los problemas económicos de los clubes, a la hora de fichar. Aún así, es una liga competitiva en la que es difícil sacar puntos. Nosotros este año hemos logrado ganar todos los partidos de la primera vuelta, algo que nunca se había conseguido.
¿Vale la pena dejar la liga española y probar suerte fuera?
No todo acaba en la liga española. Es la mejor del mundo, pero no hay que pararse ahí. A raíz de los triunfos de la selección, el futbolista español se cotiza más y eso es positivo para todos.
¿Le queda la espinita de volver a jugar en un equipo de «casa»?
Sólo estuve una temporada en Primera y siempre te queda esa espinita, pero no me preocupa demasiado. Me queda una temporada más aquí y después veremos qué me depara el futuro.
¿Faltan jugadores «del terreno» en los clubes valencianos?
Esto es un negocio. Sólo hay que ver quién es el dueño del Valencia, no es uno de Gandia ni de Oliva. Al final, es duro, pero los futbolistas somos gente de paso, que va de un sitio a otro y que va y viene. Si rindes, estás, y si no rindes, no estás. Lógicamente, como valenciano me hubiese gustado jugar más tiempo en un equipo valenciano, pero las cosas del fútbol son así.